Atacar combos sigue siendo un desafío
Se debe entender el funcionamiento y evolución de los ilegales para combatirlos
Una tasa de homicidio en alza en comparación al 2018, y la percepción de seguridad desfavorable, pero con una lucha de frente que ha arrojado resultados contra las cabezas de las estructuras ilegales que delinquen en Medellín, es el panorama al que se enfrentará el próximo alcalde de la ciudad.
Por esta razón, las estrategias para contrarrestar la violencia serán de vital importancia ante la opinión pública y tendrán un único objetivo: generar una percepción positiva en la seguridad, el tema más reclamado por la gente.
Los analistas consultados para este trabajo coinciden en que se deben buscar nuevas estrategias para afrontar ese reto. Resultará primordial una mejor estrategia de inteligencia para entender el comportamiento y la evolución que han tenido las estructuras delincuen
ciales que, a pesar de recibir fuertes golpes en sus altas esferas, siguen generando factores de inestabilidad en las diferentes comunas.
“Aumentar las capacidades de inteligencia y de infiltración del Estado a las redes criminales, no al revés”, es uno de los desafíos para el próximo mandatario, según el docente de la Universidad de Medellín, Pedro Piedrahita.
Las estrategias que se pueden aplicar no tienen que ser nuevas, dicen los expertos, copiar las que ya han tenido resultados en otras partes del mundo también es válido, sin embargo, un común denominador de los especialistas en este tema está relacionado con las inversiones y apuestas en lo social, en aquellos barrios donde las oportunidades son pocas.
Aunque los especialistas reconocen que es una opción a largo plazo y con costo político por no tener resultados inmediatos, podría ser la salida a un problema que parece estar enquistado en la sociedad.
Otro de los objetivos planteados para el futuro alcalde de Medellín está relacionado con el día a día, con tener una ciudad que se pueda caminar. “Esto tiene que ver con la seguridad y es una forma básica de medir la percepción sobre el tema. Que la gente pueda ir a la calle, que la gente pueda ir por la calle, no solamente porque está más o menos libre o protegido de amenazas de hurtos de asaltos de atropellamientos, si no porque tiene por donde hacerlo”, argumenta el docente William Pérez de la Universidad de Antioquia.
Los anteriores retos pueden ser básicos, pero en el fondo tienen un carácter complicado, más aún porque Medellín padece diferentes tipos de violencia que van desde organizaciones armadas hasta casos de violencia doméstica, de género y de seguridad ciudadana que deterioran la imagen de la ciudad
En EE.UU. se está implementando la disuasión focalizada. La idea es comunicar incentivos sobre el cumplimiento de las consecuencias del homicidio y desarrollar una amenaza creíble de castigo en caso de rompimiento de dichas normas. SANTIAGO TOBÓN Universidad Eafit