COMENTARIOS A PLANTEAMIENTOS DE UN COLUMNISTA
Hace varias semanas, el columnista de EL COLOMBIANO Francisco Cortés Rodas escribió un artículo (“¿Gallistas, caballistas o congresistas?”, 04/06/2019) en el que decía que un senador del Centro Democrático ( Carlos Felipe Mejía) no debería estar en el Congreso sino “en una gallera o en una cantina”. El columnista proponía esta pena de ostracismo contra el senador por juzgarlo reo de “comportamientos violentos, agresivos y desproporcionadamente groseros”. ¿Qué fue lo que hizo tan grave este senador? Que les dijo “asesinos” y “narcotraficantes” a los exmiembros de las Farc. Lo paradójico es que para el articulista, como para buena parte de la intelectualidad colombiana, quienes han sido homicidas, secuestradores, violadores y narcotraficantes sí merecen estar en el Congreso, legislando y haciendo control político. ¿Cómo nos explican eso?
Y el pasado martes, el mismo columnista, luego de un sesudo argumento filosófico sobre los derechos y deberes de ricos y pobres, concluye con una tesis que, si se aplicara en sentido inverso (contra los que no son ricos), sería tachada de estigmatizante: los ricos son despojadores, roban tierras y explotan a los pobres. Una generalización simplista y maniquea en toda regla. Da hasta pena. Tan bueno que es leer argumentos contrarios a los de uno para generar debate, pero a veces sí que se les van las luces