La confianza en los territorios es vital
Entre las tareas del próximo gobernador de Antioquia está concentrarse en la lucha contra el crimen organizado.
Quien sea elegido en la máxima dignidad departamental no la tendrá fácil para mejorar los niveles de seguridad en Antioquia. Recibirá una región resquebrajada por los grupos armados que se pelean las economías ilegales que proliferan en Urabá, Bajo Cauca, Norte y Nordeste, dejando a la población civil en medio de enfrentamientos, reclutamiento de menores de edad, extorsiones, secuestros y minas antipersonal, llenos de miedo de denunciar las atrocidades a las que son sometidos por el Eln, las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y los Caparros.
De hecho, la Defensoría del Pueblo ha denunciado el drama humanitario que se vive en los municipios del Bajo Cauca, especialmente, en Cáceres, donde el defensor Carlos Alfonso Negret, constató “la peor situación que ha visto en el país”.
Para el Estado el tema es entonces cómo llevar sus instituciones a sociedades que por décadas han sido gobernadas por organizaciones criminales. GUSTAVO DUNCAN Profesor del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de Eafit
También son poblaciones que no confían en las autoridades porque creen que cualquier tipo de colaboración los pone en riesgo, que las instituciones del Estado entran, intervienen y se van, mientras ellos se quedan con los problemas. Además de la certeza de que existe un aparato corrupto entre las autoridades que tienen como misión su cuidado.
No solo es el conflicto armado a gran escala. Otras regiones del departamento se ven afectadas por la microcriminalidad representada en bandas de narcomenudeo, extorsión y control social, como las que se presentan en el Valle de Aburrá y el Suroeste, que son muy difíciles de combatir si no hay suficiente inteligencia y que proliferan con mucha rapidez.
Lo profesores consultados para este análisis tienen diferentes miradas de lo que debe hacer el próximo mandatario de Antioquia para mejorar los indicadores, que van desde el aumento de pie de fuerza hasta la inversión social que permita superar las brechas y que haga que las comunidades no se sientan solas.
Para ello tendrá que buscar la colaboración y el compromiso de otras entidades del Estado como la Fiscalía, la Fuerza Pública, el Gaula, la Agencia de Renovación del Territorio, Descontamina Colombia, la Agencia Nacional de Tierras, la Unidad para las Víctimas, entre otras, para trabajar en la generación de confianza y de mejores condiciones de vida para poblaciones apartadas y vulnerables.
Esto se logra con el ejemplo, con el diálogo, con la confianza, pero, sobre todo, con la presencia. El próximo gobernador y su gabinete debe estar en el territorio, acompañando a sus habitantes, haciéndole seguimiento a las situaciones y no solo reaccionando a las coyunturas generadas por actos violentos