NUESTRO GLORIOSO EJÉRCITO
En tiempos de mi amigo Jorge Carrillo como recluta en la Escuela de Carabineros, había un sargento instructor que se la mantenía “al rojo”, lo que es muy normal en estas instituciones.
Un día iba Jorge con un caballo de cabestro para las pesebreras, cuando el sargento lo vio y le dijo:
-- Oiga recluta Jorge, ¿para dónde van ustedes dos?
Jorge, como buen sopetranero, cogió el insulto al instante. El instructor lo trató como igual al caballo y le respondió:
--A picar caña para los tres, mi sargento.
“Militia vita est hominem, super terra”. Dura es la vida del hombre sobre la tierra. Y es que para los militares no hay nada fácil. Desde que empiezan su formación, en los cuarteles, con su motilada y su purgante. Con la separación de su familia a temprana edad, policías y soldados se enfrentan a un cambio muy duro para servirle a la Patria con disciplina, obediencia y sacrificio.
La vida profesional de los militares y policías sigue siendo dura toda la vida, siempre dependiendo de algún superior y siempre con personal bajo su dependencia, responsabilidad y cuidado.
Desde la comandancia del capitán Antonio Baraya, cuando con sus Voluntarios de Guardia Nacional aquel 20 de julio de 1810 y después de la Batalla del 7 de agosto de 1819 con el Libertador Simón Bolí
var al frente de los ejércitos libertadores. Que después se sellaron por la Batalla de Chorros Blancos en Campamento, Angostura y Yarumal, con el triunfo de José María Córdova ese 12 de febrero de 1820, sobre las fuerzas españolas de Warleta, firmando para siempre la derrota de la corona española, para la libertad de cinco naciones, nuestro glorioso Ejército Nacional y nuestras Fuerzas Armadas y de Policía, han sido nuestra defensa y nuestro orgullo.
Después vinieron las guerras civiles entre liberales y conservadores en las que nuestro Ejército siempre estuvo al lado del gobierno (por lo general conservador), pero siempre buscando preservar el orden y la democracia.
Victorioso en la guerra contra el Perú y en los ataques de los bandidos de las guerrillas comunistas que han infectado nuestra Patria por tantos años.
Ahora lo quieren atacar, con denuncias de corrupción y “falsos positivos”, por algunos periodistas extranjeros que encuentran eco en comunicadores comunistas metidos en nuestros medios colombianos y otros medios que aquí circulan. Las Fuerzas Armadas se defenderán. Estoy de acuerdo con el gran amigo periodista Juan José García Posa
da, no es tan malo que ataquen al Ejército, lo malo fuera que no se pudiera defender.
Aquí tenemos especial gratitud por la defensa del departamento de Antioquia que hizo el Batallón Atanasio Girardot en la gobernación de Fernando Gó
mez Martínez, durante la huelga de Cementos El Cairo en los sucesos de Santa Bárbara, cuando protegieron el trasporte de cemento para no paralizar a los trabajadores de la construcción en Medellín. Los comunistas huelguistas de la Fedeta causaron muertos y heridos.
Ñapa: Varios dirigentes liberales del viejo galanismo, desengañados de sus contratistas dirigentes, se me han ofrecido a trabajar por las candidaturas de Juan Carlos Vélez para la alcaldía de Medellín y Juan Cami
lo Restrepo para la gobernación de Antioquia, con el Progresismo Conservador. Estamos con el referendo de Herbin