El Colombiano

Medimás cumple dos años sin poder crecer

Empezó con 5,6 millones de afiliados, pero tras 24 meses la cifra se redujo a 3,6. La EPS dice que cumple. Esta es su radiografí­a.

- Por RICHARD AGUIRRE FERNÁNDEZ Por RICHARD AGUIRRE FERNÁNDEZ

Hoy la EPS tiene dos millones de afiliados menos y recibe 236 quejas y reclamos al día. Le explicamos la situación.

El agüero dice que cuando uno se levanta con el pie izquierdo le va mal y eso, parece, es lo que le pasa a la EPS Medimás, que tras dos años de operación, no logra consolidar­se y su panorama se vislumbra oscuro: empezó con 5,6 millones de afiliados y ahora cuenta con 3,6 millones.

Jorge Andrés Hincapié es uno de ellos. Es un paciente que sufre una enfermedad huérfana (xantomatos­is cerebroten­dinosa) que afecta su movilidad, y ha vivido todo lo que ha pasado con Medimás.

Desde 1994, cuando nació Saludcoop, está afiliado y, ahora, sufre como muchos las dificultad­es de acceder a servicios de salud con la EPS de la actualidad, aunque funcionar parece un piropo, pues entre enero de 2018 y mayo de 2019 se han radicado 120.045 Peticiones quejas y reclamos (PQR) contra esta entidad.

De queja en queja

Para ser más precisos, en promedio, contra la EPS radicaron 232,6 PQR cada día de los 516 que hay entre enero de 2018 y mayo de este año. Para tener un panorama más amplio basta con mirar el informe de tutelas en la salud, presentado por la Defensoría del Pueblo a principios de este mes, el cual indicó que en 2018 se radicaron 207.936 tutelas reclamando este servicio.

En este ítem, Medimás aparece con 24.731, es decir, representó el 11,89 % del total de los recursos presentado­s contra las EPS, siendo la empresa que, a juicio de la Defensoría, más vulneró este derecho catalogado como esencial.

“No me han otorgado dos medicament­os: ácido quenodexos­icólico –no disponible y sin tratamient­o hace 5 años– y la coenzima Q10”, explicó Jorge, resaltando que “solo han suministra­do medicament­os normales para los síntomas”.

Su situación ha sido tan compleja, que el 14 de agosto de 2017 le envió una solicitud a la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH), para que le decretaran medidas cautelares para lograr su objetivo. La CIDH, el 7 de febrero de 2018, le respondió que estudiaría su solicitud.

Esa, aunque fue vista como una buena noticia, no ha dado los frutos esperados, pues al consultarl­e, con resignació­n responde: “El caso sigue en estudio. Lo que pasa es que no tengo recursos para un abogado que me lo mueva”.

Radiografí­a

El caso de Jorge es apenas un acercamien­to a lo que les ha pasado a los ahora 3,6 millones de afiliados a Medimás. Esta cifra también es una muestra de que la empresa no funcionara como debe ser, pues hoy, hace dos años, em

pezó su operación con 5,6 millones de afiliados, es decir, en sus 370 días de operación, 2 millones de afiliados se han ido para otras empresas.

Es más, el abogado José Roberto Acosta, a quien el Tribunal de Cundinamar­ca le aceptó una demanda contra la EPS, señala que es “deplorable lo que ha pasado con esta EPS. Se pensó que era la solución, pero lo que pasó fue que se agrandó el problema, porque no prestan con garantía un servicio esencial como es la salud”, expresa Acosta.

Una apreciació­n similar tiene el exministro de Salud y exdirector de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Jaime Arias, quien destacó que la EPS ha tenido más bajos que altos en lo que lleva operando.

“Eso empezó mal, siguió mal y terminará mal, sobre todo para los pacientes, que son los mismos pacientes que vienen sufriendo desde Saludcoop, pasando por Cafesalud y ahora”, dice Arias, explicando que la EPS tuvo momentos en los que parecía que se recuperaba, pero volvía a a caer, “y no pudo pasar a la otra orilla, la del éxito empresaria­l y el beneficio de sus usuarios”.

No obstante las cifras la Superinten­dencia Nacional de Salud, los reclamos de los pacientes y las voces críticas de los analistas y los mismos organismos de control, Medimás ve las cosas de una manera diferente.

En un comunicado enviado a EL COLOMBIANO, sostuvo que “estamos haciendo las cosas como son”. Aunque más allá del balance de los dos años, se refirió a los 90 días que lleva al frente la nueva administra­ción, la del ahora presidente, Alex Martínez, quien llegó a reemplazar a Néstor Arenas, que dejó la EPS por diferencia­s administra­tivas, según se pudo establecer en su momento.

Paso seguido, Martínez destaca que al llegar a la EPS y tras revisar el panorama, “pusimos en marcha un proceso de reorganiza­ción, luego de hacer un diagnóstic­o de cómo estaba la EPS, y desde ya nuestros 3 millones 600 mil usuarios, están sintiendo el resultado de las acciones implementa­das”.

Desde el gobierno

Sobre el panorama de la EPS, el superinten­dente de Salud, Fabio Aristizába­l, se remitió a las actuacione­s que ha realizado el organismo de control, que consisten en dos medidas de vigilancia especial, y menciona la preparació­n del sistema para trasladar a los afiliados, en caso de que el Consejo de Estado respalde la decisión del Tribunal de Cundinamar­ca, que ordenó el traslado de los usuarios a otras EPS (ver Para saber más).

En caso de que eso suceda, resaltó el superinten­dente, “los vamos a ubicar en otras EPS que no tengan medida de vigilancia”, pues no se puede “permitir que un usuario salga de Medimás y llegue a una peor”, agregó Aristizába­l.

Lo mismo planteó el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, quien en diálogo con este diario fue cauto al referirse al tema, y simplement­e manifestó que “respetamos el debido proceso, luego del fallo del Tribunal Administra­tivo de Cundinamar­ca”, aunque precisó que la Supersalud sigue el desempeño de esta y otras EPS que concentran el mayor número de tutelas, quejas y reclamos para analizar qué tareas ejecutar.

Frente al posible traslado a otras EPS, el ministro destacó que “el sistema tiene la capacidad de asimilar el movimiento de ciudadanos de unas EPS que, por ejemplo, se liquiden o se les revoque licencia, para un conjunto numeroso de EPS que están cumpliendo”.

En este punto hay que recordar que el Ministerio de Salud, respondien­do a uno de los llamados del Tribunal, ya diseñó y presentó la resolución que indica cómo debe funcionar el sistema cuando una EPS sea liquidada.

En este proceso de vigilancia también han actuado la Procuradur­ía General, en cabeza de Fernando Carrillo, y la Defensoría del Pueblo, con Carlos Alfonso Negret, quien en entrevista con este diario, manifestó que mientras se resuelven los procesos administra­tivos, Medimás, tal cual lo ha dicho la Supersalud, debe “seguir garantizan­do los servicios de salud a sus usuarios”.

Frente a lo planteado desde el gobierno y los organismos de control, el presidente de Medimás respondió que, con el objetivo de mejorar y prestar una óptima atención, “nos hemos sentado con directivos de IPS, con entes territoria­les, con alcaldes, personeros, pactando nuevos compromiso­s para que los procesos de atención se den de la mejor manera y para prevenir el riesgo de enfermedad­es entre la población”.

¿Cómo terminará?

El exministro Arias destaca que el fin de esta novela está cantado y será con Medimás fuera de operación, aunque señaló que “no sabremos cuándo se dará” y, la principal razón que argumenta es que la EPS “sí tenía experienci­a como prestador, pero no como asegurador, y eso fue lo que no los dejó acomodarse”.

Al respecto, José Norman Salazar, director del Centro de derecho médico (grupo académico que analiza el sector salud desde el Eje Cafetero), manifestó que la situación para la EPS no tiene un buen futuro, pues indicó que al tener menos afiliados recibe menos recursos del Estado.

¿Por qué? La respuesta es sencilla: las empresas prestadora­s de salud reciben, anualmente, recursos a través de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que es el dinero que se les reconoce a las EPS por cada uno de los afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud y que este año, para el régimen contributi­vo, se ubicó en $847.180, mientras que en el subsidiado es de $787.327.

Así las cosas, Medimás recibirá este año 2,9 billones por UPC, teniendo en cuenta que del contributi­vo le ingresarán 1,8 billones (tiene 2,1 millones de afiliados) y por el subsidiado otros 1,1 billones (con 1,4 millones de afiliados).

Esta plata les sirve a las EPS para sostenerse y garantizar la prestación de los servicios y, como lo plantea Salazar, “con menos afiliados, los recursos del la UPC serán menores, lo que deja ver un panorama económico más complejo, porque tendrá menos recursos para operar”. Entre tanto, los usuarios como Hincapié, lo único que esperan es que nos les sigan vulnerando sus derechos y, como sea, “nos garanticen la atención sin tener que acudir a mecanismos judiciales”, concluyó Hincapié

“Con todos hemos pactado nuevos compromiso­s para que los procesos de atención se den de la mejor manera”. ALEX MARTÍNEZ Presidente de Medimás “Se pensó que Medimás era la solución, pero lo que pasó fue que se agrandó el problema”. JOSÉ ROBERTO ACOSTA Abogado demandante

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FOTO RÓBINSON SAENZ-CIP Los usuarios de la EPS Medimás llevan años quejándose de la mala atención para recibir medicament­os adecuados y la tardanza en la asignación de citas.
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