BEATRIZ RESTREPO Y EL PLANEA
En el año 2001 en el mes de febrero, estaba sentado en la casa de Doña Lucía de la Cuesta de Londoño, escuchando a un grupo de señoras, sobre el papel de las mujeres en esta
sociedad y por qué Noemí Sanín era la mejor para ser presidenta de Colombia. En esa sala estaban además de doña Lucía, Marta Elena Bravo de Hermelín, Omaira Reina y Beatriz Restrepo Gallego.
En ese primer encuentro no logré conocer a Beatriz, entre otras cosas, porque era una persona prudente y de pocas palabras. Fue después, con el tiempo y otros encuentros, que pude dimensionar su trascendencia para nuestra sociedad, su visión de largo plazo para entender nuestros problemas y proponer soluciones, siempre desde la ética, la prudencia y los valores.
Hablar de Beatriz es traer a la memoria a aquella ciudadana que vivió para ayudar a construir sociedad, no solamente formando ciudadanos sino también liderando procesos para transformar a Antioquia y Medellín. En su carrera profesional se destacó por sus diferentes cargos en instituciones universitarias y como secretaria de educación de Antioquia. Su gran cercanía con Gilberto Echeverry para la época la llevaron al Plan Estratégico de Antioquia – Planea– que por muchos años acompañó buscando que el departamento conservara su visión de largo plazo buscando que: “Antioquia fuera la mejor esquina de América, justa, pacífica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”.
Cómo olvidar su persistencia con el Planea, el cual trató de mantener, a pesar de las adversidades políticas y luchando contra la corriente de quien lo acabó simplemente porque no fue gestado en su gobierno. Con gran decisión lideró diferentes mesas de trabajo en todas las áreas de interés de Antioquia, logrando convocar un número importante de voluntarios académicos que periódicamente discutían y generaban documentos de pensamiento de mediano y largo plazo.
Antioquia precisamente debe recobrar su planeación de largo plazo, convocar a las nuevas generaciones, como en su momento lo hicimos muchos que participamos en la construcción de una visión, retomar de nuevo un camino que una a los antioqueños, un camino que nos enmarque en una senda de propósitos compartidos y que sean los jóvenes los que nos ayuden a dilucidar puntos de encuentro que hoy parecen imposibles entre nuestros líderes en Colombia.
El mejor homenaje que le podemos hacer a Beatriz Restrepo es retomar el Planea con el liderazgo del próximo gobernador, involucrar las nuevas generaciones y armar una ruta que recoja lo planteado por muchos años desde esta importante institución, que prospecte nuevos escenarios con las nuevas variables y tendencias que nos rodean, precisamente asociadas a un mundo de cuarta revolución industrial.
Pensar el Planea en alianza con Ruta N podría convertirse en una herramienta de visión de futuro muy poderosa para Medellín y Antioquia. Creo que llegó el momento de reivindicar la planeación de largo plazo que tan útil ha sido para mantener la coherencia de los planes de desarrollo y poder construir sobre lo construido ■
El mejor homenaje que le podemos hacer a Beatriz Restrepo es retomar el Planea con el liderazgo del próximo gobernador e involucrar las nuevas generaciones.