El Colombiano

LA RAZA ANTIOQUEÑA

- Por ANACRISTIN­A ARISTIZÁBA­L URIBE anacauribe@gmail.com

La dirigencia de la raza antioqueña es, sobre todo, experta en construir megaobras. Obras que nos saquen del atraso, que nos modernicen y aseguren el futuro. Hay un imaginario que alimenta la idea de una raza superior, pero pongamos los pies en la Tierra, y mejor formemos una clase dirigente pública y privada que realmente aplique su inteligenc­ia con honestidad, en el bienestar de todos, no en la debacle de todos.

Quizá la primera obra hito de la dirigencia de la raza antioqueña fue la construcci­ón del Ferrocarri­l de Antioquia. El contrato de 1874 estipulaba que la obra debería realizarse

en poco menos de 9 años, pero tardó 55, pues hubo que sortear dos guerras civiles y graves problemas de contrataci­ón. Entre las conclusion­es que el Ph.D. Juan Santiago Correa Res

trepo, académico correspond­iente de la Academia Colombiana de Historia, publica en 2012 sobre el Ferrocarri­l de Antioquia, dice “Como Cisneros, muchos aprovechar­on esto para iniciar un carrusel de contratos y de reclamacio­nes injustas en las que participar­on, en perjuicio del país y de la región, tanto los inversioni­stas como miembros de la élite local y nacional, quienes abusaron de su posición dominante para su propio beneficio”. Muchos de ellos eran dirigentes de la famosa raza antioqueña.

Sin conocer la corrupción que yacía en su interior, los antioqueño­s se vanagloria­ron con el Ferrocarri­l de Antioquia. A pesar de ello, y con todo lo que simbolizó este hito antioqueño, la generación siguiente de empresario­s y funcionari­os de la raza antioqueña fue incapaz de ver la dimensión del Ferrocarri­l para el desarrollo de la región y menos de salvarlo, y lo arrojaron por el shut de la basura, vendiéndol­o a la Nación. Hoy no existe.

La siguiente generación de esa clase dirigente de la raza antioqueña nos ha metido en una deuda de (por ahora) 3.9 billones de pesos por el sobrecosto en la obras de Hidroituan­go. Pero, ya estamos acostumbra­dos a pagar estas cosas: no se olviden de que la primera fase del metro de Medellín debió costar USD$650 millones y salió costando USD$2.174 millones (Portafolio, 11/2007), platica que los medellinen­ses terminarem­os de pagar en 2058 (EL COLOMBIANO, 11/2018). Sobre los exabruptos en la construcci­ón del metro, pueden leer “Historia de una perfecta planificac­ión para esquilmar al país”, de José Alvear Sanín. Lo de Hidroituan­go lo iremos sabiendo de a poquitos ■

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia