Se devalúa más el peso colombiano
La de Colombia es la segunda moneda más devaluada de la región, después del peso argentino. Se necesitan medidas para mitigar el golpe.
En lo corrido del año es la segunda moneda que más ha caído frente al dólar en la región, sólo superada por el peso argentino. El sector turismo podría verse beneficiado, también hay retos. Se lo explicamos.
Colombia vive su semana más caótica en el movimiento del dólar. La Tasa Representativa del Mercado (TRM) cerró el pasado lunes en 3.459 pesos, la más alta de la historia. De hecho, alcanzó a rozar los 3.500 pesos en las operaciones de hace dos días por cuenta de la crisis entre Estados Unidos y China.
El fenómeno desembocó en que si se toma la TRM más baja de 2019, que hasta ahora ha sido 3.072 pesos y se compara con la más alta: 3.459, se puede decir que el peso colombiano ha perdido el 12,5 % de su valor en cinco meses y medio frente al dólar. Superado solamente por el peso argentino, que ha perdido cerca de 37 % de su valor en lo corrido de este año.
Sin tomar lo que ocurre en Venezuela y siguiendo el ranquin de Bloomberg, Chile estaría en el tercer lugar al tener una devaluación del 10,26 %. El peso mexicano también aparece en la lista con una caída del 5,71 %, mientras que en el real brasileño la cifra llega hasta el 5,65 %.
El hecho entonces de que Colombia tenga la segunda divisa más devaluada de la región supone tanto retos como oportunidades de negocio. Para Ramón Javier Mesa, profesor de economía en la Universidad de Antioquia, “la devaluación en Colombia se viene estimulando por factores coyunturales asociados con la inestabilidad del precio del petróleo y con el cuantioso déficit en cuenta corriente que ya supera el 4 % del PIB” (ver Informe).
El fenómeno supone otro problema. De acuerdo con el informe de julio de la Junta Directiva del Banco de la República, “se observa una tendencia a la depreciación del peso colombiano frente a los socios comerciales y a los principales competidores en los Estados Unidos en los mercados de café, banano, flores y textiles”.
La otra cara
Y así como hay golpes a la economía, también se pueden dar oportunidades de negocio, que de saberse aprovechar ayudarían a mitigar la afectación que aterriza con un dólar por encima de los 3.400.
Uno de ellos es el turismo. La causa está en que el país toma un interés especial por ser más barato que sus vecinos. La compra de pasajes, el transporte interno, la alimentación y el hospedaje se vuelve más económico para aquellas personas que tienen como moneda principal al dólar o el euro.
Para Jean Claude Bessudo, presidente del Grupo Aviatur, la situación, bien aprovechada, puede dejar números positivos para un segmento que en 2018 recibió a 4,2 millones de turistas, lo que representó un crecimiento del 7,6 % frente al desempeño de 2017.
“Es un fenómeno de nunca acabar. Cuando se presentan estos movimientos cambiarios al turismo le toca saber aprovechar el momento y equilibrar la balanza. Si bien es muy posible que lleguen más extranjeros, también se corre el riesgo de que las salidas caigan”.
Por ahora, las previsiones del Banco de la República están para que en la segunda mitad del año, de estabilizarse el conflicto entre Estados Unidos y China, la tasa de cambio vuelva a niveles más bajos