¿Tener hijos hace felices a los padres?
Se ha dicho que las personas con niños son menos felices que las que no porque cuentan con menos tiempo libre, sueño y dinero. Y ya que cada vez disminuye más el número de hijos –América Latina pasó de 5,9 por parejas a 2,1 en los últimos años según la Organización Mundial de la Salud–, la ciencia ha querido comprobarlo.
Cuando se trata de quién es más feliz, las personas con niños o sin ellas, la mayoría de las investigaciones apuntan a esto último. Pero un reciente estudio publicado a finales de julio en la revista científica PLOS One, sugiere que los padres son más felices que los no padres pero más adelante en la vida, cuando sus hijos se mudan y se convierten en fuentes de disfrute social en lugar de estrés.
Christoph Becker de la Universidad de Heidelberg en Alemania y sus colegas se preguntaron si la historia podría ser diferente para los padres que ya no viven con los hijos. Para averiguarlo, analizaron datos de una encuesta europea que preguntó a 55.000 personas de 50 años o más sobre su bienestar emocional.
Encontraron que, en este
grupo de mayor edad, las personas con hijos tenían una mayor satisfacción con la vida y menos síntomas de depresión que las personas sin hijos, pero solo si ellos se habían ido de casa.
La angustia emocional entre los padres se ha estudiado en otras ocasiones. Un análisis de datos de 22 países (principalmente europeos y de América del Norte) publicado en 2017 en American Journal of Sociology sugiere que los padres estadounidenses son menos felices que sus pares en Inglaterra y Australia. En algunos países, especialmente Noruega y Hungría, los padres son más felices que los no padres.
La duda queda para países latinoamericanos como Colombia, donde es común que los hijos se vayan del hogar cuando se casan. Faltan investigaciones locales para conocer si el resultado sería igual en familias de Sudamérica