Rompieron moldes y son exitosas en deportes no tradicionales
Mujeres que vienen impresionando en disciplinas en las que pocos imaginaron podrían incursionar. Sorprenden con sus alcances.
Nubia Solís, quien fue campeona nacional y panamericana de levantamiento de pesas en la década de los 90 y tía de la reciente reina mundial de esta disciplina, Leidy Solís, cuenta que hace menos de 25 años, cuando las mujeres decidieron subir a la tarima y alzar hierros, en la sociedad no eran vistas con buenos ojos.
“Decían que era una actividad para hombres, que hasta impedía el normal crecimiento de los músculos, pero poco a poco fue cambiando ese pensamiento”, explica.
Y así sucedió, se convirtió en una especialidad reconocida cuando era considerada, para ellas, poco tradicional. La halterofilia entró a los Olímpicos desde su primera edición en Atenas 1896 y solo hasta Sídney-2000 las mujeres hicieron parte del programa.
Fue una de ellas, en pesas y en esas justas en Australia, la primera que le entregó una medalla de oro olímpica a Colombia: María Isabel Urrutia.
Varias más se han atrevido a incursionar en actividades atléticas que están marcando tendencia, rompiendo paradigmas y siendo determinantes en la historia del país.
¿Qué las hace asumir retos y quiénes son las que pasaron del ostracismo a ser protagonistas de primer orden en el deporte nacional?
En ejercicios dominados por el género masculino, sorprende ver la inclusión y figuración de mujeres en automovilismo, skateboarding, artes marciales mixtas, montañismo, saltos de altura, apnea y esquí náutico, (ver módulos).
Ahora asumen ese rol con capacidad, disciplina, mente fuerte y metas dirigidas a la élite en modalidades que antes eran vedadas e imposibles de realizar debido a la alta exigencia física y oportunidades, como lo asegura Gonzalo Medina, investigador y docente de Universidad de Antioquia.
Se afirman procesos
Medina manifiesta que las memorables actuaciones que se ven hacen parte de la consolidación del trabajo que empezó a gestarse en el pasado.
“Cuando era estudiante de bachillerato vi con sorpresa en una revista a una mujer que practicaba ajedrez. A través de los años han aparecido casos excepcionales, en términos de participación. Uno se remite a esos antecedentes porque gracias a estos es que se ha constituido un avance de lo que hoy se presenta. Para su momento pudieron ser motivo de extrañeza en una cultura que se presentaba restringida, machista y excluyente. Sin embargo, se vieron expresiones contrarias en las que se demostró que también tenían capacidades. El fenómeno de hoy es también producto de la globalización y movimientos feministas”.
En esa misma línea, Jonathan Bustamante, entrenador mental deportivo, señala que “las mujeres se sienten más libres para expresarse a través de estas disciplinas debido a que en esta época ya no es tan fuerte la presión social, los tabúes de ciertas prácticas deportivas. Entonces hay una percepción menor de la discriminación de género y una mayor tendencia femenina a probar sus habilidades físicas y sicológicas para retarse e incrementar su confianza a través de las competiciones”.
Agrega que se debe destacar en ellas su aptitud para el trabajo en equipo y resiliencia.
Pasión por explorar
Adriana García, sicóloga de Indeportes Antioquia, recuerda que, históricamente, siempre hubo una lucha de la mujer para demostrar sus cualidades mentales y corporales, no para competir contra los hombres, sino para hacer valer sus derechos.
“Entre ellos trabajar, ejercer el voto… les era complicado, así como en otras áreas, y el deporte no es la excepción. No es que quieran imitar a alguien, desean demostrar que pueden hacer cosas grandes”.
La especialista recuerda que, años atrás, Carlos Mario Pajón, papá de Mariana Pajón, bicicrosista y única deportista en Colombia con dos oros olímpicos, le preguntaba, preocupado, que si más adelante su hija no tendría algún inconveniente de identidad al estar compitiendo con niños.
“Le respondía que en absoluto, a manera de charla, que el problema era para los pequeños que perdían contra ella, pues salían tristes al saber que una niña les ganaba. En sí, ellas, por la pasión que les genera algo, buscan explorar, hacer, crecer y lograr cosas”.
Un equipo detrás
Para David González, entrenador y presidente de la Federación Colombiana de muay thai, y quien ha guiado el ca
mino de Sabina Mazo, única representante en ser bicampeona mundial de la especialidad, así como en llegar a la UFC -Ultimate Fighting Championship-, mayor empresa de artes marciales mixtas a nivel internacional, comenta que para aspirar al alto rendimiento se requiere de un equipo de trabajo dispuesto a vivir y luchar por los objetivos del otro. “Encontrar quién sueñe tus sueños es una fortuna”.
El estratega recuerda que cuando Sabina inició el cami
no para aspirar a la UFC, en Colombia ni siquiera transmitían un combate de la modalidad. “Pese a ello, se necesita de un acompañamiento serio, buena proyección de carrera, talento, trabajo y entrenamiento. Mazo contó con ello”.
Comenta que referentes como ella permiten que se conozca y masifique la disciplina, y expone un caso puntual: la antioqueña Dulce María Giraldo, quien a sus escasos 10 años de edad se convirtió, a comienzos de este mes en Turquía, en
la colombiana más joven en competir en un Mundial de muay thai o boxeo tailandés.
“Ella quiere seguir los pasos de Sabina, entonces atletas como esta última ayudan al crecimiento del deporte”.
El apoyo, fundamental
Uno de los ejemplos de personas que marcan e inspiran a otros para coger el relevo cuando estos se retiran es Orlando Duque, el único nadador en ser campeón mundial y que, recientemente, se retiró de los saltos de altura, modalidad en la que empieza a impresionar la caleña María Paula Quintero.
El propio Duque, que si bien terminó feliz por las hazañas que logró (13 títulos mundiales, 34 podios, 5 de ellos absolutos en las Series Mundiales), dijo en días recientes, en charla con EL COLOMBIANO, que para que esta especialidad u otras, continúen creciendo, en especial en la rama femenina, es fundamental el apoyo económico.
“En Colombia es muy complicado tener respaldo en deportes distintos al fútbol, ciclismo y quizá boxeo. Los demás, como en mi caso, que no recibí apoyo durante mi carrera, nos ha tocado lucharla más. A veces buscamos mecanismos impensados para sacar las competencias, para viajar, participar y dejar en alto el nombre del país, y así salir adelante”.
Por otra parte, sorprende ver a María Fernanda Mesa, de 9 de edad, dominar la patineta y escuchar sus sueños en el skateboarding. “Como ya será una actividad olímpica, me esfuerzo para estar, algún día, en unos Juegos”, indica la menor ante la atenta mirada de su madre, Kelly Ruiz. “Muchos dicen que el skate es peligroso. Antes tenía una mala imagen porque lo practicaban personas inescrupulosas que dañaban paredes u otros lugares de la ciudad, pero todo ha cambiado. Lo importante es apoyar a los hijos para que logren sus sueños, pues el deporte es salud y responsabilidad”.
Pese a que muchos de estos deportes no cuentan con un respaldo constante, las mujeres se abren camino con esfuerzos propios para cumplir sus metas, algunas se han perdido por falta de oportunidades, pero las que mencionamos a continuación son ejemplo de tenacidad