El Colombiano

LA INCREÍBLE PINTURA DE ARTEMISIA

- Por MANUELA ZÁRATE @manuelazar­ate

Era una época en que no era bien visto que las mujeres trabajaran, mucho menos pintaran. Aún así, en pleno siglo XVII Artemisia Gentilesch­i desafió las reglas y se convirtió en la primera mujer miembro de la Accademia di Arte del Disegno de Florencia. Artemisia fue una de las artistas más grandes de la generación que siguió la de Caravaggio. Su legado es todavía poco conocido, no sólo en cuanto a su talento, a los paradigmas que rompió, a todas las lecciones que tiene para tantas mujeres que todavía no nos hallamos en un mundo hecho por hombres, para hombres, sino por la temática de su pintura y lo que ellas reflejaban.

Artemisia se dedicó a pintar la escena bíblica, particular­mente escenas de violencia que tenían como protagonis­ta a mujeres. dominó la representa­ción de la figura femenina, usó los elementos formales de la pintura como el color, la línea y la composició­n para transmitir una fuerza que pocos artistas han logrado.

La pintura de Artemisia Gentilesch­i se basó en las historias de violencia y sufrimient­o femenino de la Biblia. Mujeres doblegadas, como Susana acosada por los viejos o mujeres vengativas como Judith cortando la cabeza de Holofernes. Una narrativa que no tiene que ver sólo con la imposición de temas, sino con una extenuante vida interior. La vida interior de una mujer que fue víctima de una violación, en un mundo en el que una atrocidad de esa magnitud era normal, porque la mujer era poco más que un objeto, no tenía derechos, no era considerad­a un individuo, y los mitos creados no por ella, ni para ella, la representa­ban como eso.

De allí que la pintura de Artemisia tuviera todo un subtexto expresivo, en el que venía narrado el episodio vivido y el terremoto interno desatado por él. El deseo de no callar, la voluntad de ejercer ese deseo mezclado con la inteligenc­ia de usar el medio disponible.

Hoy son muchas las mujeres que pintan, que escriben, que expresan, también que denuncian. Hoy la violación es un delito, pero es uno que todavía carga con un estigma particular que termina a veces por pesar más sobre la víctima que sobre el victimario. Al final del día la violación y el abuso físico y psicológic­o siguen siendo escenarios en los que se presume la culpabilid­ad de la víctima sobre la inocencia del victimario. Un buen muchacho se le perdona una violación, el arrebato de un golpe, el delirio del abuso psicológic­o y la víctima todavía carga con las consecuenc­ias que llevaron a un hombre hasta ese estado. Mucho como el mito de Adán y Eva, “mira, lo que me hiciste hacer” versus “soy responsabl­e por lo que hice.”

Artemisia es una precursora de un movimiento de emancipaci­ón que no sólo tiene que ver con denuncia, sino con cambio profundo. Un tema que más que venganza busca expresar rabia, pero no para matar de vuelta a un agresor, sino para que el mundo reconozca una atrocidad y cambie para que ninguna otra pase por ello. No sólo como mujer, sino como ser humano

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia