La ruta del juicio político a Trump por caso Ucrania
El proceso que preparan los demócratas en su contra puede llevar a su destitución. Hay dos informantes de inteligencia. “A diferencia de la trama rusa, ahora hay pruebas más claras y los demócratas tienen testigos ”. MARIO ALLER SAN MILLÁN Internacionalista U. Sergio Arboleda
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría ad portas de enfrentar un juicio político que podría significar su destitución y, con esto, acabar con su aspiración a la reelección para los comicios de 2020.
El juicio está en los folios del Partido Demócrata y su materialización depende de las pruebas sobre una solicitud que habría hecho Trump a Ucrania de interferir en la política nacional.
El teléfono de la discordia
Todo comenzó con una llamada entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, el 25 de julio. Solo hasta el 12 de agosto comenzaron las dudas sobre esa conversación, cuando un informante presentó una denuncia. Para un mes después, el 18 de septiembre, el caso estalló con una publicación de The Washington Post que aseguró que Trump habría hecho promesas a Zelenski.
Desde entonces, ha sido una bola de nieve a la que se agregan más hechos. Los rumores crecían y el 22 de septiembre Trump aceptó que hablaron sobre Joe Biden, el precandidato demócrata favorito a ganar las primarias, según los sondeos de Real Clear Politics. Dos días después, la Casa Blanca publicó el contenido de la llamada.
En ese momento se confirmó que Trump pidió a Zelenski investigar a Biden y a su hijo Hunter en Ucrania. Una solicitud con el antecedente de que casi tres meses atrás, a principios de julio y antes de la llamada inicial, Trump retiró parte de la ayuda militar al país, que está cifrada en 250 millones de dólares .
Con la conversación en mano, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció el 25 de septiembre la apertura de una investigación para comenzar el juicio político.
Así, la cámara baja pidió información del caso al Departamento de Estado, el Pentágono y al abogado personal de Trump, Rudy Giulian. Incluso, la pesquisa le costó el puesto al representante norteamericano en Ucrania, Kurt Volker, quien renunció cuando comenzó la indagación.
Hasta ahora dos exagentes de inteligencias se unieron al proceso. Su información se conoce a través de la firma de abogados Compass Rose Legal Group, que representa a los informantes. Según los testimonios que han filtrado, Trump “está usando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones”.
Ruta del juicio político
A este proceso se le conoce como impeachment. Comienza en una de las cámaras del Congreso, en este caso es la de Representantes, que debe juntar pruebas, presentar una denuncia oficial y llevarla a votación entre los diputados. Si obtiene la mayoría simple, pasa al Senado y ahí necesitaría el respaldo del 67 % de los parlamentarios.
El paso por la Cámara está abonado porque tiene mayoría demócrata. El obstáculo para el juicio está en el Senado, dominada por republicanos, donde Pelosi tendría que convencer a legisladores del mismo partido del presidente a sufragar en su contra. Si consigue el respaldo, el juicio llevaría a la destitución.
No es la primera vez que los norteamericanos hablan de este proceso contra Trump. Desde el inicio del mandato sus opositores intentaron crear un caso sobre la trama rusa, que fue la presunta injerencia de ese país en los comi
cios de 2015 para afectar a Hillary Clinton mediante el robo de correos electrónicos del Partido Demócrata que distribuyó Wikileaks.
Aunque hubo un fiscal encargado, Robert Mueller, el caso no dio frutos y el jurista terminó renunciando. No obstante, como lo explica el profesor de política de American University, Emilio Viano, “este caso es más claro que la trama rusa porque hay pruebas de un comportamiento en contra de los intereses del país para ganancia personal”.
Historia del juicio político
Solo tres presidentes han enfrentado este proceso en la historia estadounidense. Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), quienes fueron absueltos, y Richard Nixon (1964-1974).
El profesor de relaciones internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, Mario Aller San Millán, recuerda que Nixon dimitió antes de que se diera el juicio porque los demócratas consiguieron los votos que necesitaban para efectuar el impeachment. Para San Millán, el proceso contra Trump aún es un terreno fértil para especular, pero no descarta que los demócratas sumen votos.
“Si el partido republicano tiene que elegir a un candidato alternativo, podría pensar en uno que tenga la imagen de defender el país, de haber resuelto el problema Trump”, comenta el experto. Las fichas están en la mesa y los demócratas tienen un año para armar el rompecabezas que acabaría con la era Trump y cuyo fin aún es incierto ■