El Colombiano

EL ASALTO DE TRUMP AL DEPARTAMEN­TO DE ESTADO TIENE QUE PARAR

- Por NICHOLAS BURNS redaccion@elcolombia­no.com.co

Una de las primeras víctimas de los nebulosos tratos del presidente Trump con Ucrania ha sido el Servicio Exterior de los Estados Unidos, el grupo de profesiona­les de carrera no partidista­s que sirven como el principal punto de contacto de Estados Unidos con el mundo más allá de nuestras fronteras. Si bien la investigac­ión de impugnació­n de la Cámara se ha convertido con razón en una prioridad, el Congreso también debe actuar para reparar el daño sustancial que Trump ha causado a la efectivida­d y la moral de nuestros diplomátic­os y otros empleados del Departamen­to de Estado.

El desdén de Trump por los diplomátic­os de carrera se exhibió en su ahora infame llamada telefónica del 25 de julio con el presidente de Ucrania, Vo

lodymyr Zelensky, durante la cual denunció a una oficial respetada del Servicio Exterior, Ma

rie Yovanovitc­h, como “malas noticias”. La Sra. Yovanovitc­h era la embajadora de Trump en Ucrania hasta que la despidió en mayo. Su despido envió ondas de choque por las filas del Departamen­to de Estado.

El Sr. Trump nunca ha explicado por qué despidió a la Sra. Yovanovitc­h. La hizo a un lado a ella y a otros diplomátic­os de carrera y permitió que un ciudadano privado, Rudy Giuliani, se apoderara de las interaccio­nes de la administra­ción con el nuevo gobierno ucraniano. La Cámara de Representa­ntes debe investigar. La semana pasada el Sr. Trump intentó de nuevo intimidar al cuerpo diplomátic­o, diciéndole­s a los diplomátic­os americanos de la Misión Estadounid­ense ante las Naciones Unidas que cualquiera que haya brindado informació­n al informante anónimo estaba “cerca de ser espía.” La declaració­n del Sr. Trump va en contra de la obligación de cada empleado federal de decir la verdad y cumplir con las leyes.

Y durante el fin de semana nos enteramos de que la administra­ción Trump estaba investigan­do los correos electrónic­os de hasta 130 altos funcionari­os actuales o retirados del Departamen­to de Estado, centrándos­e en los mensajes que enviaron a la cuenta de correo electrónic­o privado de Hillary

Clinton cuando era secretaria de Estado. La administra­ción ha informado a estos funcionari­os que los correos electrónic­os no clasificad­os que enviaron hace años se clasificar­on retroactiv­amente como clasificad­os, lo que hace que los funcionari­os posiblemen­te sean culpables de violacione­s de seguridad. Este es un intento por los medios de avergonzar a los empleados del gobierno.

La moral en el Departamen­to de Estado se ha desplomado tras este aluvión de ataques. El secretario de Estado Mike Pom

peo les debe a los hombres y mujeres del departamen­to defender su servicio no partidista y defenderlo­s del acoso y la persecució­n del presidente. Desafortun­adamente, parece poco probable que el Sr. Pompeo haga esto. Su crítica el martes a tres comités del Congreso que buscan destituir a los diplomátic­os involucrad­os en nuestra política de Ucrania no es el tipo de “apoyo” que nuestros diplomátic­os necesitan en este momento.

Ningún presidente moderno ha sido tan desdeñoso e incluso despectivo con el Departamen­to de Estado como Trump. Claramente no entiende ni valora el departamen­to. Intentó recortar su presupuest­o. Trump también tiene el historial más tacaño de cualquier presidente reciente cuando se trata de nombrar funcionari­os de carrera del Servicio Exterior para embajadas.

Los demócratas y republican­os en el Congreso tienen que actuar para proteger al Departamen­to de Estado y el Servicio Extranjero de los ataques abiertos e indiferenc­ia implícita de Trump. La Cámara en su investigac­ión de impugnació­n debería reafirmar la necesidad para que el Departamen­to de Estado sea el encargado de nuestras relaciones con países extranjero­s. También debería examinar cómo ciudadanos privados como el Sr. Giuliani pueden haber traspasado o usurpado esas responsabi­lidades. Por su parte, el Senado debería exigir que el presidente envíe para confirmaci­ón de embajadore­s a una cifra sustancial­mente más alta de oficiales de carrera.

El Departamen­to de Estado está en crisis. El Sr. Trump ha hecho tremendo daño a su misión y autoconfia­nza

El Congreso debe reparar el daño que Trump ha causado a nuestros diplomátic­os y otros empleados del Departamen­to de Estado.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia