CINCO RETOS AL NUEVO ALCALDE
Le pediría a quien quede de alcalde de Medellín que reconsidere el desarrollo de la ciudad y se vuelque hacia los sectores menos favorecidos, no solo con aceras y canchas sino mediante la articulación social de sus habitantes y su integración con el mundo laboral, ofreciéndoles oportunidades, que no se ha logrado.
Mejorando viviendas y servicios, frenando la acelerada expansión sobre las laderas, perjuicio para ellos y para la ciudad.
Hay que ir más allá de las tradicionales propuestas educativas que poco han servido, así unas deban mantenerse: pasar de solo pintar escuelas y financiar estudiantes para la universidad, a ofrecer otras alternativas viables. Nadie, por ejemplo, habla de financiarlos para estudiar en una institución de educación para el trabajo, cuando es otro frente por explorar. Las hay serias y muy buenas.
A los jóvenes en los barrios hay que llegarles con propuestas diferentes, atractivas y concretas. Ya no comen cuento ni con la educación media.
Le pediría que invierta en transporte masivo, que necesitamos más, y que deje de invertir tanto en ampliación de calles e intercambios fuera de los ya estudiados y listos para contratos. No siga gastando tanto dinero ocultando una realidad dura: no caben los carros y aunque un reciente estudio sugirió ampliar el pico y placa y otras medidas de movilidad, nada se ha hecho. Ahí está para que actúe. Además hay que desestimular los parqueaderos en las calles, ir reduciendo ese atiborramiento de vehículos a diario.
Para esto debería concentrar esfuerzos en algo que nunca ningún alcalde ha logrado: organizar el transporte público de pasajeros. No solo con tarifa integrada, sino con una extensa y continua capacitación a conductores para ver si al fin, con la inclusión de los dueños de flotas y buses, paran donde deben, respetan carriles y señales, le merman a la velocidad y a la fastidiosa espera en algunos paraderos.
Eso no se consigue delegando con un secretario ni con campañitas insulsas solo para gastar el dinero. No. Muchos ciudadanos dejarían su auto si el transporte público fuera bueno. Reto enorme y espero no le quede grande.
Y le pediría que invierta en reverdecer más el enmallado urbano, con árboles acá, donde se requieren más y con algo que les ha dado miedo a los demás alcaldes: compre casas para construir parques, así como las tumban para ensanchar calles.
Pero por favor, ¡no más de lo mismo! Maullido: qué feas las orillas del río Medellín, no tienen doliente
A los jóvenes en los barrios hay que llegarles con propuestas diferentes, atractivas y concretas. Ya no comen cuento...