NO USAR EL MOTOR EN TODO SU RANGO DE REVOLUCIONES
Esta mala práctica ya es un clásico entre muchos conductores, sobre todo los nuevos y quienes están obsesionados con el ahorro de combustible. Es muy difundida la falsa creencia de hacer girar el motor a muy bajas revoluciones para “cuidarlo” y “para no gastar tanta gasolina”. Nada más lejano de la realidad. Un propulsor se diseñó para ser aprovechado en todo su rango de trabajo y debe usarse así y según lo indica el manual del carro. Hay una ley inexorable en la mecánica y es la eficiencia de los motores. Si nos empeñamos en hacer el famoso “manejo de abuelita”, sin pasar de las 2.000 vueltas, tal vez gastaremos menos, pero estaremos forzando el motor por lo bajo, no permitiendo que logre su máxima eficiencia, lo cual puede traer consecuencias en el futuro, como la acumulación de hollín en las cámaras y un aceite lodoso en el circuito. Tampoco se trata de hacer el caso contrario y llevarlo hasta la línea roja todo el tiempo, sino observar las indicaciones del manual de uso del auto. Si usamos un modelo con transmisión automática será más fácil la labor porque siempre irá en el cambio más adecuado, pero si nuestro carro es mecánico, lo más aconsejable es mantenerlo en un régimen medio, es decir, no ir a 5.000 revoluciones en primera ni a 2.000 en quinta. Nuestro bolsillo lo agradecerá en el futuro.