ADMINISTRADOR Y POLÍTICO
do”, comenta un funcionario que trabajó con los dos en la actual Administración.
Y es que hay quienes describen a Gómez como un verdadero “ajedrecista” del juego político. Su fuerte es la estrategia. Incluso, otra de las personas que trabajó con él en la Alcaldía señala que “planea cada jugada que va a hacer, tiene mucha frialdad para hacerlo y tiene mucho desparpajo para responder ante las acusaciones y las críticas”.
Es en ese ámbito en el que la persona que sus allegados de infancia considerarían tímida, ese mismo hombre que ante preguntas incómodas durante una entrevista devela su ansiedad dejando escapar una reiterada risa nerviosa, se transforma en un habilidoso competidor y un férreo protector de sus amigos.
“Es muy temerario cuando de política se trata. No le tiene miedo alguno al qué dirán y protege mucho a los suyos. Si él logra llegar a algún cargo, seguro no descansará hasta que los que lo apoyaron estén bien. Y eso lo que hace es crear en esas personas una dependencia hacia él, aunque muchas de ellas ni siquiera compartan la manera en que hace las cosas para conseguir lo que quiere”, acotó otro exfuncionario.
Y esa dualidad entre introspección y habilidad lo ha perseguido a cada paso de su carrera en el sector público, que La formación académica de Santiago Gómez ha girado alrededor de las ciencias estratégicas. Se graduó como administrador de empresas de la Universidad de La Salle y posteriormente cursó una especialización en Negocios Internacionales en la Universidad Eafit. El último estudio que realizó, así como el grado académico más alto que alcanzó es el de magister en Ciencia Política de la Universidad Pontificia Bolivariana. Desde los 25 años de edad está vinculado al ejercicio político y ha desempeñado varios cargos públicos aunque nunca antes ha aspirado a un puesto de elección popular.
empezó como subsecretario y secretario del Concejo entre 2004 y 2007, y continuó en 2008 durante el gobierno de Alonso Salazar, en el que fue nombrado gerente de Terminales de Transporte de Medellín.
A esa época se remonta uno de los episodios que más dejan ver el tipo de relación de mutualismo que existe entre Gómez y “Fico”, en la que cada uno vive las consecuencias de los acciones del otro. Luego de un acalorado debate que adelantó Gutiérrez en el Concejo, en el que calificó a Metroplús como un proyecto costoso e ineficiente, el alcalde Salazar removió a Gómez de la gerencia de Terminales.
El de las decisiones
Pero la suerte volvió a sonreír a los “siameses” en 2015. Con un caudal electoral de 246.221 votos, que hoy pretende ce
derle a su fiel escudero, Federico Gutiérrez fue elegido alcalde de Medellín y a Santiago Gómez le tocó el turno de ser el hombre de las decisiones.
Nombrado como secretario de Gobierno y Gestión del Gabinete, Gómez obtuvo a partir de 2016 el poder de ser el segundo al mano en la Alcaldía. “Él era el que tomaba decisiones con cada uno de los demás secretarios y también era el que movía las relaciones de Federico con los concejales”.
Y aunque en varias de sus apariciones en medios, Gómez ha querido aclarar que su única tarea en la Alcaldía era ser “gestor” y garantizar que el mandatario municipal lograra sus objetivos, hay quienes lo señalan, incluso, como el que tenía la última palabra en la contratación de personal, así como el hombre del lobby. Habría sido el encargado de mitigar las posturas opositoras en el Concejo para lograr éxito en los proyectos de acuerdo presentados por “Fico”.
Así quedó evidenciado en marzo de 2016, cuando durante las sesiones extraordinarias del Concejo para decidir la venta de las acciones de EPM en Isagen, protagonizó un fuerte altercado con el concejal de Cambio Radical, Róber Bohórquez, quien pronunció un duro discurso de oposición a la negociación y luego se retiró por un momento del recinto. Las cámaras que grababan la sesión registraron a Gómez caminando detrás de él hacia la salida.
Minutos después y visiblemente alterado, Bohórquez regresó e interrumpió la sesión acusando a Gómez de haberlo agredido. “No me voy a dejar intimidar. No me voy a dejar insultar ni agredir de usted, señor secretario Santiago Gómez”, dijo y posteriormente declaró a medios que cuando regresó a su oficina “mi esquema de seguridad tuvo que cerrar la puerta para evitar que ese hombre me agrediera”.
Hoy, por primera vez en su propia carrera por un cargo de elección popular, Gómez se arriesga a que su personalidad sea su peor enemiga. Este 27 de octubre la ciudad verá si Federico logró hacer lo suficiente para que su elegido sea el ganador