MIRE SU PRESUPUESTO
Lo primero es saber con cuanto dinero contamos para esta adquisición, si lo tenemos completo o si vamos a financiar una parte. Es muy importante que si el pago se hace mediante un crédito, usted cuente con el monto y la cantidad de las cuotas a pagar. Analizar si es posible cumplir con el estipendio mensual y cómo se verá afectada nuestra economía personal. Cabe recordar que, no solo es comprar el carro, hay que asegurarlo, pagar los documentos y los costos varios que de allí se derivan, además de medir los pagos fijos que tendrá: revisiones, seguro obligatorio, impuestos, combustible, etc. Este estudio previo es muy importante para no quedarnos cortos y no lastimar en demasía nuestras finanzas. Hay que recordar que esta no es una inversión, sino un gasto. Otro consejo que dan los expertos es el de no endeudarse mucho si no hay una buena fuente de ingresos, una robusta y segura o un buen soporte en caso de algún apuro económico. “Es bueno entonces conservar la calma y pensar más con la razón que con el corazón a la hora de hacer la compra. Sí, casi todos quisiéramos uno deportivo y otros una camioneta de grandes proporciones, como se usan ahora, pero lo más aconsejable es aterrizar porque los gastos que implican este tipo de automóviles son de otro nivel y para bolsillos más robustos. No son precisamente para un principiante del grueso de la población colombiana”, expresa Jorge Londoño, asesor comercial de un concesionario de la ciudad. “Se ve mucho el caso de jóvenes que se acercan a comprar un carro más costoso de lo que pueden pagar y el vehículo termina de nuevo en la vitrina por la imposibilidad de cumplir con las cuotas. Eso es perder plata por pagar la gana”, añade.