El Colombiano

TRUMP HA RECIBIDO UNA INVITACIÓN FORMAL A SER DESTITUIDO

- Por JOSHUA C. HUDER redaccion@elcolombia­no.com.co

El jueves, cinco semanas después de que la portavoz de la Cámara, Nancy Pelosi, anunciara una investigac­ión formal de juicio político sobre el presidente Trump, la Cámara de Representa­ntes adoptó una resolución que confirma esa investigac­ión. El momento es algo confuso: la Cámara ha tenido éxito en varios casos judiciales recientes, y no hay nada en la

Constituci­ón o en las reglas de la Cámara que requiera que adopte una resolución para llevar a cabo una investigac­ión de juicio político. Entonces, ¿por qué ahora?

Hasta ahora, la investigac­ión de juicio político se ha desarrolla­do principalm­ente de la misma manera que las investigac­iones e impugnacio­nes anteriores del Congreso. Las recientes declaracio­nes y testimonio­s tomados por los Comités de Inteligenc­ia, Asuntos Exteriores y Supervisió­n son similares al proceso de descubrimi­ento realizado por el Comité Selecto del Senado sobre Watergate. También era un brazo de investigac­ión; una investigac­ión formal de juicio político no se inició en la Cámara hasta un año después, en febrero de 1974.

Las declaracio­nes y pruebas fundamenta­les para el juicio político de Richard

Nixon ocurrieron a través de la autoridad y capacidad de supervisió­n normal del Congreso. También deterioró tanto su apoyo político en el Capitolio como su aprobación pública, que se desplomó 41 puntos entre enero de 1973 y enero de 1974.

Así que por ahora, dado el apoyo a la Cámara por parte de las cortes y la capacidad para obtener informació­n crítica en el escándalo de Ucrania, uno pensaría que aprobar una resolución es innecesari­o, o al menos un momento inapropiad­o.

Pero lo contrario es cierto: en casos como este, los procedimie­ntos de formalizac­ión establecen una intención política e institucio­nal inconfundi­ble. Es diferente al teatro político: golpes de prensa, discursos, asaltar una “instalació­n de informació­n compartime­ntada sensible” en el Capitolio, que los políticos usan para influir en la opinión pública.

Los procedimie­ntos son donde el caucho se encuentra con la carretera. Formalizar la investigac­ión de juicio político representa un cambio significat­ivo del trabajo preliminar y en gran medida detrás de escena a pasos mucho más públicos, legales y políticos, hacia el juicio político. Centra la atención en el elefante en la sala: se han tomado decisiones políticas y la Cámara impugnará al presidente Trump.

La resolución logra varias cosas. Primero, socava la defensa legal de la Casa Blanca contra el juicio político. Los abogados del presidente

Trump argumentar­on que las citaciones de la Cámara carecían de un “propósito legislativ­o legítimo” porque la Cámara no había adoptado una resolución formal de juicio político.

Esa defensa va en contra de más de 90 años de interpreta­ción legal que establece la autoridad del Congreso para buscar y obtener informació­n basada únicamente en un “posible propósito legislativ­o” sin un fin predecible. La defensa del presidente también conlleva importante­s implicacio­nes de separación de poderes, lo que potencialm­ente limita el alcance de la autoridad de supervisió­n del Congreso.

Sin embargo, la resolución de la Cámara socava los débiles argumentos legales del presidente y agilizará otros casos de la Cámara contra el presidente que, con los Comités de Medios y Servicios Financiero­s incluidos en la autorizaci­ón de juicio político, claramente continuará­n siendo perseguido­s.

En segundo lugar, la resolución socava la defensa política del presidente. Los republican­os argumentar­on que la investigac­ión de la Cámara es un “proceso simulado”. En ausencia de una resolución de juicio político, dicen, la investigac­ión carecía de transparen­cia, derechos de debido proceso para el presidente y la validez de un voto de la Cámara.

Tenían un punto. Hasta ahora, la investigac­ión de juicio político se había basado esencialme­nte en la declaració­n de Pelosi en una conferenci­a de prensa el 24 de septiembre. La distinción entre la Cámara y la portavoz no debe pasarse por alto. La portavoz tiene mucho poder, pero no es unilateral. Se basa en el apoyo de la mayoría de la Cámara. Sin una mayoría, la autoridad procesal de un portavoz resulta en muy poco, y eso incluye consultas de juicio político.

La aprobación de una resolución arroja el peso de la Cámara de Representa­ntes detrás de las palabras de la portavoz Pelosi, aclarando el propósito de la Cámara para los jueces que, hasta ahora, se han visto obligados a interpreta­r si las investigac­iones de la Cámara equivalen a una investigac­ión de juicio político. También socava los argumentos del proceso de los republican­os al delinear los procedimie­ntos de investigac­ión y audiencia y los derechos otorgados al presidente durante todo el proceso ■

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