Mañana inicia Festival Altavoz, la tarima del talento local.
28 agrupaciones locales hacen parte de Altavoz este año, Asi es como llegan a hacer parte de esta plataforma.
Una ventana, una inmensa, eso es Altavoz para los grupos que año tras año logran sortear varias pruebas para pisar el escenario del festival público más grande de la ciudad.
Con la de este fin de semana, ya se cumplirán 16 ediciones del Altavoz y aunque siempre ha buscado traer artistas internacionales como Papa Roach, en 2018; Deicide, en 2016, o The Adicts, en dos oportunidades, la participación de músicos locales es una de sus máximas y es, en gran parte, la razón de su existencia.
El evento, que se realizará desde mañana y hasta el lunes 11 de noviembre, hace parte de la Convocatoria de Estímulos de Ciudad de la Secretaría de Cultura. Es por eso que solo bandas del área metropolitana pueden participar de la convocatoria, aunque otros actos nacionales e internacionales llegan por invitación del festival.
Es una especie de proeza, llegar a Altavoz es un proceso de casi todo un año, pero el lado más positivo es que el público se lo goza porque es testigo de ese camino.
Varias fases antes de llegar
El primer paso es la convocatoria. Las bandas locales que se animan a audicionar, que este año fueron 196, tienen 10 minutos para presentar su propuesta. Los actos son divididos en siete categorías distintas de acuerdo a su género: rock, rap, metal core, punk y otras dos que agrupan ska y reggae y electrónica y alternativa.
Felisa, quien hará su debut en Altavoz este año, se animó a postular su proyecto tras irlo desarrollando hace más de una década. Su música se ubica en el indie pop con fusiones que van desde el R&B hasta el hip hop.
Le preguntan mucho, ¿por qué hasta ahora decidió probar suerte en Altavoz? Porque al principio ella no creía tener cabida en ese festival. “Pensé que era muy rudo”, confiesa.
Pero vio la posibilidad que se abrió para artistas que encajaban dentro de los propuestas alternativas y electrónicas, así que se convenció de que podía intentarlo. Pasó esa primera audición y siguió.
Ciudad Altavoz
Luego de que los intérpretes, como Felisa, pasan esa primera audición, son llamados para hacer parte de los conciertos de Ciudad Altavoz, que son las segundas audiciones, pero con público en vivo.
Este año, esas puestas en escena se desarrollaron del 19 al 21 de julio. En total participaron 69 músicos que se presentaron en diferentes puntos de la ciudad y que en total acumularon un público de 20 mil personas.
“Altavoz es retador porque te toca hacer muchas cosas en caliente”, recuerda la cantante. No hubo prueba de sonido cuando participó en los conciertos en vivo de Ciudad Altavoz, porque solo había 10 minutos entre una banda y otra.
Aunque ese día su grupo tuvo errores, sintió que ya era un logro estar allí y haber sorteado las dificultades. Luego de su presentación, todos los grupos reciben una retroalimentación de otro equipo de jurados frente a cosas positivas y por mejorar de su propuesta. “Fue muy bacano el hecho de que alguien te diera una opinión dentro de su objetividad sobre tu show”, destaca Felisa.
Puertas abiertas
De todos esos artistas, solo quedaron 28 que son los que harán sonar su música en el Estadio Cincuentenario este fin de semana. Entre ellos están Johnie All Stars, Asuntos Pendientes, School Mc, Braile y Margarita Siempre Viva. Todos los artistas que ganan la convocatoria reciben una misma remuneración, de
acuerdo al escenario al que son programados.
Ellos se unen a invitados nacionales como Bajo Tierra, Providencia y Reencarnación, “quienes se lo han ganado por su trayectoria,” apunta Felipe Grajales, director de Altavoz.
Además, figuran en esa lista internacionales como el rapero español Nach y grupos en el metal como Carcass y Suicidal Tendencies, que cierra el festival el lunes festivo en el escenario principal.
“Las bandas van haciendo su carrera y Altavoz es un impulso”, cuenta el director. Un ejemplo es la Sinfoniska, una agrupación que mezcla ska y punk y que Grajales considera que al tocar ante un público tan grande como el del festival, “hace que su carrera crezca, han tenido la oportunidad de hacer intercambios y estar en otras ciudades”. Nuevamente el Estadio Cincuentenario se transformará en ese espacio de música donde el público puede entrar libremente a conocer los sonidos que se están creando en su propia casa