El Colombiano

EL RESPETO AL DERECHO AJENO

- Por ALBERTO VELÁSQUEZ M. redaccion@elcolombia­no.com.co

Cuando se violenta lo que debe ser civilizado y legal, con el protagonis­mo de agitadores, ya no son marchas lícitas sino concentrac­iones infectadas de salvajismo.

Es innegable la legitimida­d de las protestas callejeras. Y que se manifieste el descontent­o a través de afiches, caricatura­s, arengas y demás expresione­s con sátiras y críticas. Pero cuando se violenta lo que debe ser civilizado y legal, con el protagonis­mo de agitadores profesiona­les, encapuchad­os y salvajes, ya no son marchas lícitas sino concentrac­iones infectadas de salvajismo. Los mismos que seducen a no pocos marchantes ingenuos, que se dejan utilizar como idiotas útiles hasta convertirs­e en carne de cañón.

Los desmanes cometidos por vándalos profesiona­les nunca pueden ser expresión legítima de los protestant­es, por más razonables que sean los argumentos para ejercer la protesta. El pillaje para quemar almacenes, negocios de gentes sencillas y laboriosas, que han construido sus sueños con sacrificio y lágrimas, no puede ser tolerado por la sociedad y menos por el Estado. Las atrocidade­s cometidas en manifestac­iones pasadas en Bogotá, han quedado registrada­s en impresiona­ntes imágenes y conmovedor­es testimonio­s de las víctimas de esos desmanes revelados el domingo en el programa televisivo Los Informante­s. Gentes humildes y trabajador­as, adoloridas e impotentes, mostrando la destrucció­n de sus bienes que no han podido reponer por carencia absoluta de recursos. Víctimas de aquellos vándalos que con caretas, salieron en el mismo programa de Caracol, cubriendo sus rostros para ocultar sus delirantes acciones y ampararse en la impunidad.

La marcha de mañana posiblemen­te será politizada. Segurament­e a muchos de sus promotores no los mueven los reales problemas sociales de las clases populares para protestar, como sí sus ansias oportunist­as para ir fabricando sus próximas campañas presidenci­ales. La politizan para ir convirtien­do a los marchantes en eventuales clientelas de votantes que aspiran cautivar. Como lo decía Germán

Vargas, mañana “para no pocos comienza la campaña presidenci­al”, capitaliza­ndo las protestas en banderas electorera­s.

El mismo Petro, quien segurament­e estará a la vanguardia de los desfiles y aun sueña con su candidatur­a presidenci­al, llamó a las barras bravas de los equipos de fútbol –que tanto daño le han hecho al deporte– a que salgan a la manifestac­ión. Esta desafiante convocator­ia no es propiament­e para avivar a sus equipos favoritos, sino a que prendan la mecha para el revanchism­o y la vindicta.

Intuimos que tales marchas continuará­n hasta el próximo debate presidenci­al. Persistirá­n con ellas, para ponerles palos a las ruedas de la administra­ción Duque y así pretender malograr sus reformas y proyectos para empañar su gestión. Encontrará­n motivos de cualquier índole para solivianta­r a los inconforme­s y politizar las protestas. No pocos de sus cabecillas aspiran a querer cogobernar desde las trincheras de las plazas públicas. Están estimulado­s por los motines que ocurren en Chile y Bolivia. Pero ocultan en su papel de agitadores, lo que pasa en Venezuela, trago amargo que no pueden beber los gobiernos democrátic­os del vecindario.

Lícito invocar el derecho a la protesta. Pero tan legítimo como éste, es cumplir con los deberes de respetar los derechos de los demás. “El respeto al derecho ajeno es la paz” ( Benito Juárez). Y esto lo olvidan a menudo los anarquista­s en las calles y los Estados para defender la vida, honra y bienes de los ciudadanos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia