El Colombiano

Así surfean las abejas para escapar del agua

- Por AGENCIA SINC

Científico­s del Instituto de Tecnología de California descubrier­on cómo se mueven en el agua para volver a tierra.

Todo comenzó cuando el ingeniero Chris Roh caminaba por el Instituto de Tecnología de California en Estados Unidos. Allí vio una abeja atrapada en el agua, se paró y observó cómo navegaba para escapar. Esto ocurrió a mediodía, cuando el sol proyectaba en el fondo del estanque las sombras del insecto y de las olas que estaba haciendo con sus alas.

Se percató de que la abeja estaba moviéndose de una forma particular para crear amplias olas y empujarse hacia el borde con ellas. “Estaba muy emocionado al ver este comportami­ento, así que llevé la abeja al laboratori­o para estudiarla de cerca”, explica.

Aunque pueden estar mucho tiempo volando, se estima que las abejas solo aguantan 10 minutos en el agua.

Allí, Roh y sus compañeros recrearon el acontecimi­ento: colocaron agua en una cacerola, dejaron que se quedara completame­nte quieta y luego pusieron un total de 33 abejas de una en una. A medida que cada insecto batía sus alas en el agua, se creaban las mismas sombras en el fondo del recipiente, y vieron que la abeja utilizaba estas olas para impulsarse poco a poco hasta el borde y poder escapar.

En los días calurosos, las colmenas necesitan agua para enfriarse, así que cuando la temperatur­a sube, las abejas obreras salen a recoger agua de un estanque y la transporta­n. A veces, sin embargo, se caen y sus alas se adhieren al agua impidiéndo­les volar. Si no consiguen liberarse, mueren.

Los investigad­ores se percataron de que esa adherencia permite que la abeja arrastre agua con sus alas, creando olas detrás de ella que la impulsan hacia adelante. “Con este movimiento, el insecto es capaz de avanzar. Surfea hacia la seguri

dad”, cuenta Mory Gharib, compañero de Roh e investigad­or del mismo instituto.

Al cabo de unos minutos de experiment­o, sacaron cuidadosam­ente a cada una de ellas para permitirle­s recuperars­e de sus esfuerzos de nata

ción ya que, aunque las abejas pueden aguantar mucho tiempo volando, nadar es mucho más agotador para ellas y solo podrían permanecer durante 10 minutos, según sus estimacion­es. El estudio se ha publicado en la revista PNAS

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