Aún ganando, a veces hay que dejar el cargo
“Los entrenadores de fútbol son ‘controladores de calidad’ en un equipo. De su acierto o desacierto dependen el éxito o el fracaso de un club, es por ello que el resultado final es el indicador que califica su gestión. Con diferentes métodos y metodologías buscan sus objetivos: algunos son ‘estrategas’ a mediano y corto plazo (planifican los futuros partidos), otros resuelven durante la competencia, hay quienes intervienen la parte psicológica del jugador (motivadores de emociones) y los demás eligen muy bien las nóminas, en fin… En todas partes del mundo valoran sus logros y a los mejores los eligen y premian por los títulos obtenidos. Los procesos son respaldados cuando los resultados o los objetivos se alcanzan, por lo contrario, sus contratos se cancelan, aunque hayan obtenido triunfos en temporadas anteriores. Ejemplos como el de Ranieri, Mourinho, Guardiola, Bielsa, que, habiendo ganado cosas muy importantes, les tocó salir de sus equipos por malos resultados. Otros casos como los de Telé Santana y Juan Manuel Lillo, cuyos equipos dejaron un aroma de buen fútbol pero sin resultados, también les tocó dejar el cargo. Hay casos de profesionales que aún ganando les tocó dejar sus puestos por aspectos diferentes a lo deportivo: mala relación con jugadores, periodistas o dirigentes… Pero son contratados en otros elencos debido a los resultados que obtuvieron. Por todo esto pienso que ganar es muy importante, pero lo es más aún continuar ganando, ya que esto lleva a la vigencia de los entrenadores, y a mantenerse actualizados, porque ninguno que esté ganando es tildado de “desactualizado” y hasta copian sus métodos. Es bueno recalcar que todo lo que suceda en la parte deportiva de un equipo es responsabilidad del director técnico y que no hay equipos buenos o malos sino bien o mal dirigidos”.