ESTRATEGIAS QUE DAN FRUTOS VS. LA INMEDIATEZ DEL CORTO PLAZO
El tema de este análisis resulta incómodo para aquellos dirigentes que, ante cualquier derrota de su conjunto, responden con la cancelación del contrato del director técnico y su grupo de trabajo. Aunque ninguno acepta esta razón, resulta más fácil despedir a una persona que a 20 o más jugadores, muchos de los cuales hacen parte del patrimonio (activos intangibles) de las instituciones deportivas. De ahí el silencio ante las inquietudes sobre el porqué de tanta rotación en los bancos técnicos cuando se les consulta. Mientras los elencos de jerarquía hacen convenios de uno o dos años con los estrategas, en los últimos años ha hecho carrera entre los llamados “equipos chicos” (tradicionalmente ocupan lugares secundarios y tienen nóminas reducidas) la vinculación por contrato indefinido, algo que permite que este se rompa en cualquier momento sin tener que pagar altas indemnizaciones millonarias. Los profesionales de trayectoria no aceptan esta forma de contratación. Juan David Pérez, presidente de Nacional, dice que allí “más que una política es una convicción de apostarles a proyectos que puedan dar resultados en el corto y mediano plazo”. Y al explicar el fenómeno que se está presentando en Colombia de tantos despidos, dice que todo ha cambiado, y que los torneos cortos hacen que cada cinco o seis meses hacen que haya demasiada rotación entre los eliminados. “A la hora de contratar surgen varios aspectos (trayectoria, nacionalidad, expectativas), son muchas variables. Pero más allá de eso, mire que si al técnico le va mal, todo se complica. Y si le va bien, recibe ofertas del exterior como nos pasó con Reinaldo Rueda y Juan Carlos Osorio que se fueron para el fútbol brasileño en su momento”, apunta el dirigente.