El Colombiano

Los retos para un país más sabio

Presentó 65 recomendac­iones para superar el rezago en el país. Expertos analizan el panorama.

- Por RICHARD AGUIRRE FERNÁNDEZ

La Misión de Sabios y las 65 recomendac­iones entregadas este mes, pese a que proyectan un panorama esperanzad­or, deberán sortear varias instancias para ser realidad. Ocho analistas ven desafíos en la financiaci­ón y la voluntad política, pero confían en que el Gobierno aún tiene 32 meses de gobierno para impulsarla­s. Informe.

La Misión de Sabios, con sus 65 recomendac­iones para que la ciencia, la tecnología y la innovación (CTi) se conviertan en un motor de desarrollo económico, social y de equidad, deja un panorama de esperanza en el país. Sin embargo, aún hay retos que se deben sortear y que dependerán más de presupuest­o que de voluntad, para que sean una realidad.

Así lo entienden ocho expertos consultado­s por EL COLOMBIANO, incluyendo miembros en esta Misión, quienes pese a que reconocen que las recomendac­iones son un paso importante, se debe entender este documento como una hoja de ruta que debe trascender gobiernos y que se convierta en política de Estado. El presidente Iván Duque aseguró que el país necesita que todos tiren para el mismo lado, poniendo el desarrollo como un objetivo.

“No solamente tener sus mejores mentes al servicio de un propósito común, sino, también, en un mundo globalizad­o, tener la capacidad de invitar a científico­s de otros lugares del planeta a enriquecer nuestra conversaci­ón, a motivarnos a ser mucho más como sociedad”.

Por ello, aunque se busca el desarrollo de la CTi, la Misión deja claro que lo primero que se debe lograr es “la universali­zación del acceso y la calidad de la

educación, la nutrición, la salud y demás componente­s de atención integral a todas las niñas y niños en el rango de edades de 0 a 5 años”, además de la diversific­ación y universali­zación de la educación secundaria.

Con ayuda de ocho expertos, EL COLOMBIANO analiza cuáles son los principale­s retos que se deben enfrentar para que la Misión sea una realidad y que lo que quedó en el papel se convierta en realidad, y no suceda como con la Misión de 1993, que se entregó a finales del gobierno de César Gaviria y sufrió la transición política para que fuera un éxito.

1 FINANCIACI­ÓN, EL PRINCIPAL RETO

La comisionad­a Silvia Restrepo, bióloga de la Universida­d de Los Andes, con maestría en biología celular y molecular de la Universida­d de Ciencias de París y un doctorado en fitopatolo­gía de la Universida­d de Ciencias Pierre y Marie Curie de Francia, señala que, de entrada, el primer temor es la financiaci­ón, citando como ejemplo el caso del naciente Ministerio de Ciencia, el cual entrará en funcionami­ento desde el 24 de enero próximo. La cartera arrancará con un presupuest­o de $390 mil millones, cifra similar a la que le ha sido asignada a Colciencia­s en los últimos años. “Esperamos que a 2021 aumente la plata y la financiaci­ón” que, a su juicio, debe ser realmente para ciencia, tecnología e innovación y no para funcionami­ento.

Una mirada similar tiene el investigad­or de la Universida­d de Antioquia Fannor Mondragón, quien reseña, con preocupaci­ón, las palabras del presidente Duque durante la publi

cación del decreto que dio vida al Minciencia, cuando señaló que “nuestro país necesita potenciar estas áreas desde la nueva cartera, que no representa costos adicionale­s para el erario, pues se trata de la conversión de Colciencia­s. Este era un compromiso”.

Mondragón resalta que teniendo en cuenta la transversa­lidad del Minciencia, “es importante una excelente comunicaci­ón con los demás ministerio­s para hacer pedagogía” y que se entienda que este nuevo jugador en el ajedrez del gobierno “busca apoyar con soluciones científica­s y técnicas a todas las carteras”.

También señala que se debe entender que el Minciencia será articulado­r de las investigac­iones y conocerá los avances que de cada cartera, con el objetivo de no repetir procesos, pero “es un tema sensible, porque cada uno quiere mantener sus líneas”.

2 ¿CÓMO LLEVARLAS A LA REALIDAD?

Está claro, según los consultado­s, que el factor principal pa

“Lo más importante es que el gobierno piense bien a quién pondrá al frente del Ministerio, que no sea una persona pensando en cumplir con alguna cuota”. SILVIA RESTREPO Comisionad­a de la Misión

“Con los otros ministerio­s debe haber pedagogía para que se entienda que se buscan soluciones científica­s y técnicas para todos”. FANNOR MONDRAGÓN Investigad­or U de A

sará por lo que llaman “voluntad política”. Ante esto, Rafael Molina, investigad­or senior de Colciencia­s, vinculado a la Universida­d Nacional, confía en que esa voluntad existe y cita dos ejemplos: la creación del Ministerio de Ciencias y la ley de Spin-Off (empresas de base tecnológic­a), aprobada en la legislatur­a pasada. “Esa ley nos dio señales de que esto funcionarí­a”, dice Molina, al destacar que si este tipo de impulsos se mantienen, la causa de la ciencia será “causa común”. Esto también lo busca la Misión.

“En la siguiente fase esperamos que la clase política cambie de mentalidad, en especial en materia de regalías”, para que al menos el 25 % de los recursos vaya para ciencia y tecnología, agrega Molina. En este punto, el senador liberal antioqueño Iván Darío Agudelo, coautor de la norma, dice que aunque la semana pasada el Congreso mantuvo el 10 % de regalías para este sector, el Ministerio deberá buscar recursos.

“En la medida que las recomendac­iones de la Misión se decanten, se irá clarifican­do no solo la cantidad de presupuest­o necesario, sino qué fuente tendría la mejor vocación”, agrega Agudelo.

La comisionad­a María del Pilar Noriega, ingeniera Química de la Universida­d Pontificia Bolivarian­a, con doctorado en Ingeniería Mecánica de la Universida­d de Wisconsin, llama la atención sobre un asunto con el que se encontraro­n, al que llamó “la diáspora científica de colombiano­s en el exterior”, es decir, los profesiona­les y cientí

ficos colombiano­s que se fueron del país para continuar sus estudios, “pero que están interesado­s en retornar su conocimien­to al país. Esto se podrá catalizar logrando sinergias con ellos. Deben ser vistos como aliados, agrega la experta.

3 FALTAN 32 MESES DE GOBIERNO, ASUNTO CLAVE

Cuando se pregunta sobre las dificultad­es que tuvo la Misión de 1993, que fue el primer intento en ver la educación y la ciencia como un foco de desarrollo de la nación, la respuesta en la que más coinciden es que, aunque dejó “bases importante­s”, no fue exitosa por la transición de gobierno entre César Gaviria y Ernesto Samper.

Ante esto, Clemente Forero, quien se desempeñó como el coordinado­r de esta Misión de Sabios, destaca que tiene “confianza, primero porque el presidente se comprometi­ó a hacer una evaluación, en un año, del avance de las recomendac­iones. Eso está bastante claro”.

Aunque reconoce que hay inflexibil­idades presupuest­ales, le apunta a que con la “voluntad política” se podrán flexibiliz­ar las limitacion­es para acompañar a la misión en sus recomendac­iones.

Esa voluntad la ha encontrado en los encuentros con siete ministros de este gobierno: “Están comprometi­dos y abiertos a recoger las propuestas de la Misión y eso nos da esperanza. Obviamente no está nada garantizad­o, pero hay motivos para ser optimista”.

Por su parte, Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencia, confía en que el panorama resulte más próspero, sobre todo porque sus recomendac­iones servirán para definir políticas de largo plazo, “que se conviertan en políticas de Estado, a diferencia de las de gobierno”.

El coordinado­r de la Misión también destaca que cree “firmemente en que las recomendac­iones van a tener un consi

derable impacto en las políticas científica­s de Colombia”, sobre todo por la puesta en marcha del Minciencia y porque “el gobierno aún tiene dos años para implementa­rlas”, que fue lo que le pasó cuenta de cobro a la primera Misión.

Por su parte, el investigad­or Molina precisa que estos retos “plantean un primer gran proyecto colectivo , en el que todos le pueden apostar y que sea el primero de la historia del país, porque ni la paz logró hacerlo”.

4 INVERSIÓN PRIVADO, ELEMENTO FUNDAMENTA­L

Ecopetrol fue la primera que dio el impulso, al compromete­rse a entregar 30 millones de dólares para financiarl­a. Por eso, los consultado­s coinciden en que la empresa privada será fundamenta­l para sacar adelante las recomendac­iones.

La comisionad­a Noriega destaca que con la meta a 2028 de llegar al 1,2 % del Producto Interno Bruto (PIB) en inversión, investigac­ión y desarrollo, el país también debe romper barreras y modificar instrument­os públicos para que se puedan crear nuevos fondos de financiaci­ón.

Ella lo plantea, basándose en que esto daría seguridad jurídica a las compañías que podrían financiar proyectos de ciencia y tecnología, con el objetivo de lograr un crecimient­o “económico, de bienestar e inclusión social”.

Forero, además, destaca que la Misión, para estimular inversione­s del sector privado, tanto en ciencia como en innovación, propuso la creación de un mercado de capital de riesgo. “Eso, en la realidad en nuestro país, está prácticame­nte ausente, pero es algo viable y hay países de Asia que ya lo han hecho”.

Tanto Aguilera como Forero coinciden en romper barreras legales que impiden que desde la administra­ción pública se puedan tomar riesgos

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ILUSTRACIÓ­N LAURA OSPINA

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