Bolivia llega al grupo de Lima
Tras la salida del expresidente Morales, ayer la Cancillería anunció que busca la salida pacífica a la crisis venezolana.
Gobierno transitorio sumó el país a la instancia que se creó con el objetivo de impulsar la salida de Nicolás Maduro del poder en Venezuela. El país consolida su giro a la derecha.
Bolivia anunció ayer su incorporación al Grupo de Lima, una instancia regional formada en 2017 con el propósito de buscar una salida a la crisis en Venezuela.
La noticia la dio a conocer ayer el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia que a través de un escueto comunicado indicó que con esta decisión “contribuirán a lograr una solución pacífica, democrática y constitucional a la crisis en Venezuela, que debe ser guiada por el pueblo venezolano”.
El Grupo de Lima, formado por una docena de países latinoamericanos y Canadá –incluyendo Colombia– se creó para adoptar una postura común frente a la situación en el país presidido por Nicolás Maduro, hundido en una larga crisis económica y política.
Hasta ahora, Bolivia se había mantenido al margen de este bloque dada la afinidad política existente entre el gobierno del expresidente izquierdista Evo Morales, hoy refugiado en Argentina, y el régimen de Nicolás Maduro.
La situación ha cambiado, pues la presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, se ha distanciado del gobierno venezolano encabezado por Maduro y ha reconocido el liderazgo de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, como mandatario interino al igual que medio centenar de países.
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Gustavo Meza-Cuadra, expresó en una comunicación dirigida a la Cancillería boliviana “la satisfacción de incorporar a Bolivia en los trabajos del Grupo de Lima. Perú reiteró que el objetivo del Grupo de Lima es “contribuir a lograr una solución a la crisis en Venezuela, a través de elecciones presidenciales libres, justas y transparentes; así como a apoyar la urgente atención de la situación humanitaria”.
Desde el 2017, el Grupo de Lima ha emitido una serie de declaraciones que apenas han tenido efecto en la situación interna venezolana, aunque sus impulsores consideran que principal logro es haber creado conciencia internacional sobre la gravedad de la crisis en Venezuela.
El Gobierno transitorio de Bolivia, que el pasado 12 de diciembre cumplió un mes en el poder, ha tomado medidas como la ruptura de relaciones con el Ejecutivo de Maduro, con el argumento de que venezolanos vinculados con su embajada en La Paz estaban “atentando contra la seguridad interna” durante la reciente crisis en Bolivia.
La Cancillería boliviana también anunció la semana pasada que una comisión conformada conjuntamente la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) analizará 200 solicitudes de refugio hechas en los últimos años a Bolivia por venezolanos que dejaron su país por razones políticas.
Las solicitudes, que no fueron atendidas por el Gobierno anterior, serán analizadas una por una y Acnur cubrirá los gastos económicos que demande la permanencia de quienes reciban el estatus de refugiado, según informó el ministerio boliviano de Exteriores