Comunidades reparadas caminan senderos de paz
18 sujetos colectivos terminaron toda la ruta. Hasta el 2018 solo lo habían logrado cuatro comunidades.
Con un minuto de silencio en honor a las víctimas de Aracatazo, una masacre perpetrada por los paramilitares el 12 de agosto de 1995 en el barrio El Bosque de Chigorodó (Antioquia), se protocolizó el cierre de este sujeto de reparación colectiva, y así culminó la implementación de todas las medidas concertadas con la comunidad.
“Las medidas, que no sólo se materializaron en el barrio sino que generaron impacto en su entorno, permitieron que los jóvenes también hicieran parte de ella”, manifestó Elizabeth Granada Ríos, directora de la Unidad para las Víctimas en Urabá.
El barrio El Bosque es uno de los más grandes de ese municipio, está constituido por 80 cuadras, un promedio de 26 casas en cada cuadra. Habitan 2.340 familias y 16.000 personas. El proceso para reparar a esta comunidad, por las afectaciones generadas por la masacre, comenzó un acercamiento en el 2014.
En El Bosque se implementaron todas las acciones concertadas con la comunidad, relacionadas con los cuatro tipos de medidas que, según la Ley 1448 de 2011, tienen los Planes Integrales de Reparación Colectiva (PIRC) No étnicos: satisfacción, rehabilitación, restitución de derechos y no repetición (cuando los sujetos colectivos son étnicos, también se incluye la indemnización administrativa, cuyos recursos se deben invertir en grupo).
Este es solo uno de los 18 sujetos colectivos reparados en 2019. De los realizados durante la actual vigencia, 11 cerraron completamente sus planes, los siete restantes quedaron con medidas y acciones sobre las cuales su implementación es responsabilidad de otras entidades del Estado, para lo cual, la Unidad para las Víctimas señaló su compromiso de seguir acompañando.
Un gran avance
Cuando a una comunidad la reconocen como sujeto de reparación colectiva, por haber sido particularmente y en gran manera afectada por el conflicto armado inicia un proceso de formulación y ejecución de proyectos que buscan retornarla a la condición anterior o, incluso, mejorarla.
Es un trabajo difícil, planeado y coordinado que realiza la Unidad para las Víctimas en estas comunidades. Este año dio mejores resultados: 18 sujetos terminaron la ruta de reparación colectiva, un hecho significativo si se tiene en cuenta que, entre 2011 cuando empezó la vigencia de la Ley de Víctimas y 2018, solo lo habían logrado cuatro. (Ver infografía)
“La implementación se dio acorde como solicitamos, con lo que trabajamos, ante todo en la construcción y generación de empresa, porque nos permitieron hacer cambios en el camino que fueron positivos. Nosotros como líderes sabemos que hay medidas que se deben completar, que no le competen a la Unidad, como las vías y el acueducto, que son responsabilidad de los gobiernos departamental y nacional”, expresó Ramón García, integrante del comité de impulso de Pueblo Bello.
Reparación étnica
Juanita Ibañez, directora técnica de Reparación Colectiva de la Unidad para las Víctimas, destacó un caso: “El pueblo Rrom, en los nueve departamentos donde hace presencia, es el único sujeto étnico reparado en la historia. Este trabajo es concertado con las comunidades, que por medio de estas resoluciones de cierre le dicen al Estado colombiano que sí se sienten reparados”.
El reto sigue siendo complejo: “el objetivo final de la Unidad y del Gobierno, para cumplir con la Ley 1448, es avanzar rápidamente con la reparación colectiva de grupos, comunidades, organizaciones, movimientos, comunidades étnicas, porque hay más de 730 Sujetos de Reparación Colectiva registrados”, señalaron desde la Unidad.
Las inversiones
“Tenemos una meta grande, esperamos terminar el cuatrienio con 140 sujetos de reparación colectiva terminados”. RAMÓN RODRÍGUEZ Director de la Unidad para las Víctimas
En las medidas que corresponden a la Unidad para las Víctimas se invirtieron 11.310 millones de pesos en los 18 sujetos colectivos que terminaron su ruta este año. Sin embargo, la inversión de otras entidades y de la cooperación internacional triplican esa cifra.
Ramón Rodríguez, director general de la Unidad, explicó a EL COLOMBIANO que la inversión total para cada sujeto varía entre los 1.500 y 2.000 millones de pesos.
“Para este cuatrienio tenemos una meta de 140 sujetos terminados, por lo que tenemos que redoblar esfuerzos. Para ello contamos con la articulación de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial que nos permitirán cumplir con las medidas que las comunidades han solicitado. Además tenemos más recursos de la cooperación internacional, especialmente un crédito no reembolsable del Banco Mundial”, anotó el funcionario.
La reto seguirá siendo grande, ya que los 22 planes de reparación colectiva que han culminado apenas representan el 3 %.