Eso de zambullirse en otro idioma
Las inmersiones favorecen el aprendizaje de una segunda lengua y el acercamiento a nuevas culturas.
Un viaje que cambia la vida, que abre la mente, que mejora el aprendizaje de un idioma, que invita a perder el miedo a comunicarse y que, como si fuera poco, regala un intercambio cultural que en el mundo actual cobra gran importancia como parte de la formación.
La inmersión es una estrategia a la que apelan muchos colegios. “Aprovechar este programa de manera óptima puede llevar a los niños y jóvenes a expandir su vocabulario, fortalecer su producción oral y su comprensión auditiva, lo cual redundará en mayores niveles de desempeño y confianza en sí mismos”, afirma Luis Cisneros, jefe del Departamento de Inglés en el Colegio Colombo Británico.
El programa de inmersiones en esta institución comenzó a finales de los noventa, buscando proveer una oportunidad de contacto directo con la lengua y cultura inglesas. En quinto, los alumnos viajan a Canadá y en octavo, a Inglaterra. “Al ver que pueden comunicarse efectivamente con los nativos para hablar de cualquier cosa, se sienten más idóneos para afrontar desafíos y encuentran un creciente deseo por seguir usando la lengua extranjera”.
En el Colegio Alemán, cuenta su rectora Anke Käding, los alumnos de sexto viajan a Alemania por tres semanas para encontrarse en un campus con niños de varias naciones y en décimo, por seis o siete meses, para convivir con una familia y estudiar en un colegio de este país. “Para mí lo más bonito es que todos los estudiantes aprecian su propio desarrollo personal en este tiempo, porque son culturas muy distintas. En este tiempo en Alemania deben resolver sus problemas, de forma autónoma, y eso es muy valioso”.
Agrega que, durante estos meses, desarrollan habilidades interculturales vitales para el mundo actual “con el tema de globalización, tú no vas a tomar un trabajo y a permanecer en ese puesto hasta la jubilación, sino que es un mundo de muchos cambios, que requiere que las personas sean capaces de aplicar a otra cultura”. Y una consecuencia de esta vivencia es que, en promedio, un 30 % de los graduados toma la decisión de cursar su carrera en una universidad alemana, proceso que el colegio acompaña.
Desde la Alianza Francesa de Medellín se orienta a alumnos colombianos que tienen proyectos de estudios en Francia, sea superiores o de movilidad internacional, y promueven una inmersión culturolingüística en asocio con la Alliance Française de VichyCavilam. En esta última modalidad, “proponemos experiencias diarias, variadas, incluyendo situaciones imprevistas. Retos que obliguen a la persona a enfrentarse en el idioma, y donde la acción, la
comunicación y el conocimiento de los hábitos culturales prevalecen”, comenta Dominique Boultareau, director pedagógico de la Alianza Francesa de Medellín.
Añade que en cuanto a las cifras de colombianos que realizan estudios en el exterior, incluyendo las inmersiones, Francia es el cuarto destino después de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Alemania. Y de acuerdo con las ci
fras de la Agencia Campus France, Colombia se encuentra en el top de los 25 países de origen de los estudiantes en Francia, con más de 5.000 acogidos entre 2018 y 2019.
Coindicen estos docentes y representantes de centros culturales y de idiomas que, además de los avances en el aprendizaje de la lengua, se nota, luego de estas semanas en el exterior, un mayor aprecio por la propia cultura