TEMA: GABINETES COORDINADOS
La reunión de los gabinetes nacional, departamental y municipal, esta semana en Medellín, es una promisoria política que debería tener continuidad. Ya están dichas las palabras, ahora paso a los hechos.
“La reunión de los gabinetes nacional, departamental y municipal, esta semana en Medellín, es una promisoria política que debería tener continuidad. Ya están dichas las palabras, ahora paso a los hechos”.
Interesante ejercicio el realizado esta semana en Medellín, con la reunión conjunta de los gabinetes de la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín con funcionarios del Gobierno central, encabezados, naturalmente, por el presidente Iván Duque, el gobernador Aníbal Gaviria, y el alcalde Daniel Quintero.
Aparte de interesante, debería ser provechoso. Y para que lo sea, habrá de tener una coordinación y líneas de contacto permanentes para el seguimiento y verificación de los avances de los compromisos concretos asumidos.
El presidente Duque insistió en que este era un ejercicio sin precedentes, y conceptualmente lo enmarcó como de “coordinación, de planeación, de definición de metas y proyectos”. A la voluntad política de los gobernantes deberá unirse la capacidad de los gabinetes de llevar el cronograma de ejecución de esos proyectos.
Seguramente estas reuniones las harán el presidente y su equipo de Gobierno en todo el país. Porque es de esperar que los demás gobernadores y alcaldes también pidan -están en todo su derecho, e incluso tendrían el deber de hacerlo- unos planes de coordinación de los gabinetes.
De ser así, una política asumida por el Gobierno central para un contacto realmente fluido, directo, con todas las regiones, sería la más eficaz forma de cumplir los propósitos de la Conversación Nacional que ha propuesto el presidente Duque desde al año pasado. Los gobernantes regionales y locales siempre han pedido que la descentralización y la desconcentración de las que habla la Constitución sean una realidad.
Aterrizando en esta primera reunión en Antioquia, el presidente Duque hizo un listado de los asuntos abordados. En pocos de ellos habló de cifras de financiación, sino que enumeró áreas temáticas: agua, saneamiento, acueductos, manejo de residuos y desechos, atención a la juventud y a la primera infancia, infraestructura educativa (50 colegios, educación media técnica, concurrencia en programas de becas, escenarios deportivos, tecnología para seguridad, proyectos de Cuarta Revolución Industrial, pasando por nuevos cupos carcelarios y programas de reforestación.
El presidente Duque manifestó que quería ser muy enfático en el compromiso con la financiación del Túnel Guillermo Gaviria Echeverri (del Toyo) y con el que ahora será proyecto de metro de la carrera 80, en Medellín.
Saben bien el presidente
Duque, su vicepresidenta y la ministra de Transporte, que Antioquia y Medellín, sus gobernantes y las comunidades, han escuchado compromisos similares desde el Gobierno anterior. No les caben a ellos responsabilidades por los incumplimientos y promesas que al final cayeron al vacío, pero sí lo son de lo que se haga realidad en adelante.
El gobernador Aníbal Gaviria fue más específico: “destaco el compromiso del presidente, directamente, y de la ministra de Transporte, con la financiación de los $1,4 billones del Túnel Guillermo Gaviria Echeverri y el acceso 2 de Santa Fe de Antioquia a Giraldo. Así como la aprobación de movilidad sostenible del metro de la 80 y el Tren de Cercanías”.
A la ausencia de representatividad regional en el Gobierno central -particularmente en el gabinete- que muchos dirigentes de este departamento han hecho notar, harían bien en responder el presidente Duque, sus ministros y funcionarios de alto nivel, con la ejecución efectiva de los ejes de acción trazados en esta primera reunión conjunta de los gabinetes, poniendo Antioquia y Medellín, por supuesto, su propia responsabilidad en lo que les toca ■