EL MUNDO GRIS DE LA DEPRESIÓN
La depresión ha pasado de ser una enfermedad tabú para convertirse en un grito de auxilio de quienes la sufren. Personajes de nuestro país tan reconocidos como Pirry, J. Balvin y Vargasvil, entre otros, han abierto sus corazones para contarle al mundo que la padecen, buscando con ello generar conciencia sobre la importancia de recibir ayuda profesional idónea y oportuna.
Según la Encuesta Nacional de Salud Mental, no muy actualizada que digamos (2015), el 4,7 % de los colombianos, más de dos millones, sufren de depresión. No me atrevo a etiquetarla como la enfermedad de moda, porque ha de ser tan vieja como el hombre, pero es alarmante la gran cantidad de personas que manifiestan tenerla y el aumento de casos de suicidio por esta causa, que no distingue sexo, rangos de edad, nivel educativo ni socioeconómico.
Crisanto Vargas, Vargasvil, diagnosticado y medicado, dice al respecto: “El paciente depresivo es el más incomprendido. Podemos gozar de buen semblante y buen apetito, pero por dentro nos sentimos como muertos en vida. Nadie entiende nuestro mal. El doctor Jorge
Julián Calle Bernal, psiquiatra de la Universidad de Antioquia, mi médico, dice que uno de los más graves problemas para un depresivo es sufrir la incredulidad por parte de la gente que nos rodea, pues como santo Tomás, si no ven sangre, moretones o una fractura en una radiografía, no nos creen que estamos enfermos”.
La depresión ocurre por la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Estado de ánimo por el piso, pérdida de interés, incapacidad para disfrutar y un nivel de actividad muy bajo, que contrasta con un cansancio extremo ante el más mínimo esfuerzo. Son frecuentes los sentimientos de culpa, el pesimismo, las ideas de muerte, el no futuro, la irritabilidad, los trastornos de sueño y la disminución del apetito. Pero lo más grave, tal vez, sea la indiferencia familiar y estatal, que pueden llevar a la muerte.
El doctor Calle agrega: “Muchas personas dicen amanecer frecuentemente con ‘la depre’. Pero ‘la depre’ es una simple tristeza como la que se siente porque nos robaron el reloj o nos rayaron el carro. La depresión es como si uno viera el mundo a través de un vidrio teñido de gris. Por lo tanto, todo lo que se ve está teñido de gris. Hay una frase prohibida para los depresivos: ‘Ponga de su parte’. Nadie pone de su parte cuando no hay de dónde sacar ganas de nada. La mejor forma de ayudar a una persona depresiva es escucharla sin menospreciar lo que expresa, y nunca se deben ignorar las ideas de suicidio, que deben ser reportadas de inmediato al médico tratante”.
El problema es que muchos no tienen médico especialista tratante, o si lo tienen, no hay oportunidad en la atención, que tampoco es siempre integral y efectiva. Por ahora lo que tenemos son unas líneas telefónicas (444 44 48 para Medellín) que funcionan en horas de oficina. ¡Como si una crisis de ansiedad, de pánico o unas ganas de morirse ya, tuvieran horario y fecha en el calendario! ■
“La mejor forma de ayudar a una persona depresiva es escucharla sin menospreciar lo que expresa, y nunca se deben ignorar las ideas de suicidio, que deben ser reportadas de inmediato al médico tratante”.