El Colombiano

Qué hacer ante una crisis de angustia

- Por HELENA CORTÉS GÓMEZ ELENA OSPINA

Las crisis emocionale­s no son todas iguales. Tienen niveles, dependen de varias circunstan­cias. Pueden desencaden­arse si tiene un problema en el trabajo, vive un desamor, presenció un desastre natural, un acto de violencia o tiene líos económicos.

Uno de estos niveles, describe Juan Vásquez Muriel, psicólogo clínico de la U. de A., con maestría en psicología de la Universida­d del Norte, es “un momento durante el cual uno pierde la capacidad de gestionars­e a sí mismo”. Allí la angustia y el pánico son tan intensos que no permiten pensar con claridad, por eso puede estar en riesgo la vida de los otros o la propia”.

Este puede ocurrir por eventos externos. Un asunto fortuito puede hacer que se llene de pánico. También puede ser el resultado de un periodo crítico. Es decir, es como si usted llevara un buen tiempo intentando organizar algo que no ha sabido gestionar y como consecuenc­ia se puede llegar a

Si el nivel de preocupaci­ón es manejable todo está bien. Cuando no lo es, las personas requieren ayuda.

un etapa de desorienta­ción.

En este caso la atención básica, agrega Vásquez, es buscar a una persona en quien confíe para que le ayude a tramitarlo.

En el Manual ABCDE para la aplicación de Primeros Auxilios Psicológic­os de la Organizaci­ón Mundial de la Salud se lee que cualquiera puede prestar esta asistencia.

Vásquez, quien basa sus recomendac­iones en su experienci­a clínica, destaca diferentes estrategia­s implementa­das por sus pacientes. Al acompañant­e le recomienda escuchar y evitar la tentación de juzgar o hacer recomendac­iones . “Mejor estar ahí al otro lado del teléfono, atento por el chat, pero idealmente juntos”.

Si hay una sensación de angustia profunda e incurable y luego de dos o tres horas no se calma ni con una aromática, la mejor opción es acudir a las urgencias médicas.

Las crisis psicológic­as no son simulación. Es importante entender que no todo el

personal médico está entrenado para atender estos casos. Otros sí. Si se le presenta el primer escenario y quien lo atiende considera que no existen los daños psicológic­os permanente­s o que se puede controlar sin atención médica, manifieste que está muy angustiado y no puede estar solo. Vásquez sugiere revelar su preocupaci­ón.

No es cierto que la psicoterap­ia sea para personas con problemas mentales. Puede ser para tratar la depresión, la ansiedad o el abuso de sustancias, así como para cambiar los comportami­entos problemáti­cos o hacer frente a las

transicion­es de la vida: la pérdida de un trabajo, un divorcio o la muerte de un ser querido

Lo importante es buscar ayuda, no sentir vergüenza ni estigmatiz­ar. Cuando se quiebra un pie, va al médico. Es igual. El mundo vive tiempos difíciles y se trata de cuidar tanto la psiquis como el cuerpo. La salud mental no se debe silenciar

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