Alejandro Fernández vuelve a cantar rancheras.
Alejandro volvió a sus raíces con el disco Hecho en México. Una de las canciones la canta con su papá, Vicente.
Quiero pensar que este disco es el resultado de esa evolución. Son muchos años de carrera musical entre muchos aciertos y bastantes errores de los cuales vamos aprendiendo para no volver a caer en ellos. Es un volver a mis orígenes con toda la experiencia que he logrado en estos años”.
Por casi 20 años el público me dio el permiso para explorar otros géneros musicales, pero tanto ellos como yo, incluso mi equipo de trabajo, sabía que regresaríamos al género que me vio nacer y al cual siempre volveré”.
Buena parte de mi trabajo en estos más de 30 años de carrera artística ha sido esa labor de mantener, con orgullo, mi legado, mi música. Creo que lo hemos hecho bien, porque si bien no grababa rancheras hace muchos años, en los conciertos siempre había un espacio de gala para el mariachi”.
Alejandro Fernández fue al rancho de su padre, Vicente, para mostrarle las once canciones de su nueva producción discográfica. Quería que escogiera una para cantarla juntos. No había mucho tiempo, así que Vicente escuchó las canciones y en dos días decidió: eligió Mentí, la grabó y se la entregó a su hijo.
Alejandro quería regresar a su origen, a la música ranchera. Hecho en México es un trabajo que contó además con los nombres más respetados del género en la actualidad, como Cristian Nodal, quien ha sido uno de los intérpretes que lo han revitalizado.
¿Qué significa para Alejandro Fernández este trabajo?
“Haber regresado a mis orígenes con este disco representa muchísimo, estoy contentísimo. Fue poder volver a lo que me vio nacer en la música. Necesitaba mis raíces”.
¿Cómo ha visto la reacción de su público?
“La primera la recibí por parte de mi compañía discográfica. Cuando les comenté que ya quería volver a la música mexicana, creo que no era lo que ellos esperaban. Yo creí que
me iban a decir que por supuesto, pero los vi como con mucha duda. Sin embargo, yo sabía lo que tenía en la cabeza y se tranquilizaron al lanzar los dos primeros sencillos. Estamos felices de cómo está reaccionando la gente y se está notando la necesidad de la música mexicana, porque se siente que el publicó tenía ganas de consumir algo así”.
Al ser un Fernández, ¿siente responsabilidad?
“Siempre la he tenido, porque a pesar de que me he dedicado al pop por un tiempo, nunca dejé de cantarla. Siempre en presentaciones llevo el mariachi, salía vestido de charro, pero duré mucho tiempo sin grabarla, entonces, cuando hacíamos la fusión entre el pop y la ranchera, eran los mismos éxitos que yo cantaba, por lo que ya hacía falta refrescar el repertorio”.
¿Difícil hacer rancheras en la actualidad?
“Lo más difícil fue el hecho de tomar la decisión, hablar con la compañía y dejarles claro que sería un disco completamente mexicano para poder hacer un equipo perfecto, trabajar y sacar este material. De ahí en adelante no hubo ninguna complicación y salió a pedir de boca. Lo hicimos con los mejores productores, los mejores compositores en la actualidad de la música regional. Estamos tratando de innovar, de hacer un disco ranchero que tenga muchas cosas y vienen muchas muy importantes. Creo que la sorpresa la tendrán cuando descubran las otras canciones del disco”.
La música ranchera es una de las cartas de presentación de México ante el mundo, pero en Colombia es parte de la cultura popular...
“Es algo que me ha sorprendido toda la vida. Es increíble ver cómo consumen tu cultura en otro país más que en el nuestro. Me sorprendió muchísimo cuando iba acompañando a mi papá en sus conciertos, antes de dedicarme a cantar, y me encontré con ese impresionante fenómeno que ni siquiera en México se lo podrían imaginar”.
Hecho en México, pero grabado en distintas ciudades del mundo...
“Es un trabajo discográfico con ingredientes mexicanos, pero recorrimos varias ciudades buscando lo mejor. Empezamos en España porque yo estaba de vacaciones y grabamos casi el 80 % en Barcelona. Después otra parte la hicimos en Nueva York y terminamos en Los Ángeles. Todo lo terminamos en México cuando le llevé el disco a mi papá”