METRO, METRO LIGERO O TRANVÍA
En su campaña, el entonces candidato Daniel Quintero proponía un metro subterráneo que hacía pensar que no conocía bien la ciudad. Pocos días después de elegido, definió su apoyo por el corredor de la 80 y literalmente dijo, después de una reunión en la Presidencia, de manera verosímil pero algo dramática, que si no le daban los recursos incluso se amarraría.
En días pasados se anunció el proyecto. El alcalde quiere su metro y le cambió el apellido, pero esto no cambia su esencia. No es un metro como el que tenemos actualmente, es un vehículo tranviario de mediana capacidad, pero a diferencia del tranvía de Ayacucho rodaría por una vía exclusiva garantizando una mayor velocidad promedio.
Es sorprendente y no se puede decir con reparos, que en algo menos de dos meses que han corrido del gobierno se actúe de manera tan resuelta. Se reunieron los gabinetes nacional, departamental y municipal para alinear tareas y definir la ruta con los responsables de todas las instancias. Acto seguido se confirmó el apoyo financiero del presidente Duque, dando un claro mensaje institucional, que nos queda como lección, sobre cómo comprometer las voluntades priorizando nuestras necesidades y poniendo el interés común por encima de cualquier consideración política.
La única forma de emprender este tipo de proyectos, por su alto costo y porque sus etapas constructivas comprenden más de un periodo de gobierno, es hacerlo por partes; se decidió entonces iniciar por la primera fase, empezando por la zona norte. Este trayecto conectaría la estación Caribe en la línea A con la estación Floresta en la línea B, es un tramo complejo pero funcional. Allí también quedarían los patios y talleres que servirían las tres fases, impactaría la zona de las universidades, por donde transitan más de 40.000 estudiantes diariamente, que se beneficiarían de manera directa del proyecto.
Allí justamente hay un reto en cómo proteger a los vecinos cercanos al cerro El Volador que deben ser reubicados. Sería un ejemplo para una obra pública hacer un reasentamiento en sitio para no desarraigar a estas personas, aprendiendo de lecciones pasadas.
A la par, hacer una obra por fases tiene algunos riesgos de interfase que se deben revisar en su estructuración. Debemos presionar la fecha del Conpes que formaliza el aporte de la nación, y a falta de un plan de largo plazo, es muy importante que los ciudadanos se apropien del sistema y de sus beneficios para poder exigir de los próximos gobiernos al menos la misma celeridad que ha tenido este gobierno con este proyecto que la administración anterior decidió aplazar
Es muy importante que los ciudadanos se apropien del sistema y de sus beneficios para exigir celeridad a los gobiernos.