DIM: Bobadilla y el reto de establecer prioridades
El plantel rojo tiene tres escenarios en su porvenir, pero pocos recursos para afrontarlos. El criterio del paraguayo es clave.
Si antes de arrancar el Grupo H la clasificación del Medellín a octavos de final de Copa Libertadores parecía difícil, ahora se torna casi como una quimera.
Con 6 puntos de ventaja, Libertad tiene un buen margen de maniobra respecto al elenco antioqueño y en cuanto a Boca Juniors, más cerca en la tabla, con 4 unidades, no parece factible que se quede fuera de la siguiente fase teniendo en cuenta el presente del equipo y su nómina.
Claro, Medellín tiene legítimo derecho de intentar alcanzar ese objetivo.
Sin embargo, lo más viable ahora que se ubica último del grupo, es apuntarle al tercer lugar de la zona para obtener un cupo a la Sudamericana y mantener viva la presencia internacional que, por lo demás, se reanudaría a partir del segundo semestre, lo cual le daría tiempo presentar un mejor equipo.
Para ello tendrá obligatoriamente que vencer a Caracas, el próximo miércoles, como local, porque el club venezolano, que suma un punto, ya mostró capacidad para sacar resultados en su casa, como se vio en el empate ante Boca en la jornada inicial.
Pero buscar este objetivo obligaría al Poderoso a mantener la atención dispersa entre la Liga y la Copa, mínimo, hasta la última semana de abril, cuando juega la quinta fecha de la fase de grupos.
De acá a eso se habrá jugado 9 fechas más de la Liga y solo quedarían tres para finalizar la fase todos contra todos.
Revisando el calendario, los tres compromisos venideros de Copa que tiene el DIM (Caracas el 18 de marzo, Boca el 9 de abril y nuevamente Caracas el 22 de dicho mes), cuenta con una distancia de entre tres y cuatro días con los partidos que le competen en la Liga.
Aunque no es una agenda particularmente apretada, las comprobadas debilidades de la nómina roja hacen inviable pensar en que pueda atender sin mayores tropiezos ambos frentes.
Medellín viene de dos semestres sin lograr clasificar a finales. Encadenar un tercer campeonato le significaría igualar la segunda peor racha por torneos cortos del club, entre el Apertura 2013 y el Apertura 2014.
DIM tiene 11 puntos en Liga en ocho partidos, es decir, un rendimiento del 45,8%.
Es pertinente recordar que este semestre clasificarán solo cuatro equipos a la siguiente fase del torneo. Por lo tanto, según las estadísticas basadas en el rendimiento de los equipos que ocuparon el cuarto lugar desde 2017, el cuadro rojo deberá aumentar su rendimiento entre el 52 y el 60 por ciento para garantizar su asiento en semifinales.
¿Qué camino tomará entonces Bobadilla?
Hasta ahora el técnico ha optado por matizar las flaquezas de su plantel. “No me puedo cerrar a pensar que solo cuento con 14 futbolistas”, dijo tajante tras perder el primer clásico ante Nacional.
Los hechos, sin embargo, dicen lo contrario. De la plantilla de 28 jugadores, 7 tienen 100 minutos o menos disputados y otros 4 suman menos de 270 minutos (equivalentes a 3 partidos).
A la poca continuidad del 40% de la nómina hay que sumarle la ausencia de Yulián Gómez y esperar que nadie más se sume al departamento médico