El Colombiano

MOMENTOS DE REFLEXIÓN

- Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA rtamayo@une.net.co

En el mes de enero fui a mi tierrita en Mutatá y le dije al mayordomo:

- Hombre John, hace tiempo que no veo a estas pavas con pichones. Esta mañana vi como ese pavo no era capaz de encaramars­e en una de ellas. Será mejor que hagamos un buen sancocho con ese pavo. Mientras tanto, vamos buscando a ver si en la vereda hay algún vecino que tenga un pavo pichón, bien bonito, para reemplazar al viejo.

Esta semana, me fui otra vez a Urabá, corriéndol­e al coronaviru­s, y pregunté si habían conseguido el pavo nuevo, y me dice la mayordoma:

- ¿Sabe qué patrón? Las pavas tienen seis pavitos. O sea que ese pavo todavía sirve. Él mismo, con sus hijos, nos va a buscar su reemplazo.

En estos días en los que por fuerza de las circunstan­cias de la peste que nos amenaza y el gobernador Gaviria se quiebra la cabeza pensando qué conservado­r se le quedó sin sacar de su administra­ción, se nos ocurren muchas cosas.

La edad que tenemos por los años que hemos vivido, en lugar de infundirno­s pesimismo y amarguras, nos puede recordar muchos momentos felices y positivos que todavía podemos vivir y con los cuales podemos dar ejemplos.

Mientras leyendo a un gran amigo, con innumerabl­es citas de sabios y poetas de este siglo y de la antigüedad nos infunde pesimismo, por lo erudito de su escrito y por lo que valoramos su pensamient­o, me me he propuesto, a pesar del confinamie­nto forzoso, hacer un cambio de pesimismo por alegría. Y cambiar, aunque sea una plaga mundial en algo positivo.

No me quiero morir. Pero tampoco soy dueño de escoger la fecha de mi partida de esta vida. Esta decisión la tomará el Señor a su debido tiempo. Amo la vida, amo a mi familia, y no pido permiso para acelerar mi muerte, ni le pido a Dios que me la prolongue indefinida­mente. Pero tampoco que me la deje terminar cuando yo quiera.

Pido paciencia para soportar mis sufrimient­os finales y valor para ofecerlos a cambio de mis faltas en este mundo.

Creía que, a mis años, después de trasegar tanto por este mundo, podía resolver a qué horas y qué días podría regresar a casa, pero no, debo esperar a que el gobernador dicte un decreto diciendo a qué horas me debo encerrar para pasar un puente festivo para no contagiarm­e.

Estos tiempos van cambiando. Unos amigos intelectua­les se quieren morir. Yo no me quisiera morir sin ver algunos cambios positivos en este mundo, pero tampoco me puedo quedar para semilla como el pavo de Mocarí. Tranquilos, acepto el turno cuando me toque. Se los digo el día de San José, cuando esto escribo.

Ñapa: Al escribir esta columna, no sabemos si EPM haya ganado la subasta de ofrecer la energía a los departamen­tos de la Costa Caribe. Por el crecimient­o de Antioquia y por el mejor servicio de los departamen­tos costeños, ojalá que EPM se lo haya ganado, por el bien de todos

Estos tiempos van cambiando. Unos amigos intelectua­les se quieren morir. Yo no me quisiera morir sin ver algunos cambios positivos en este mundo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia