“El ser humano debe tener más respeto por la vida"
Así lo expresa Sergio Higuita frente a la crisis que se vive por el coronavirus. Pese al aislamiento, trabaja para seguir causando sensación en carreteras.
Cuidarse, no poner en riesgo la salud de sus familiares, así como mantener su gran estado físico. Esas son las prioridades por estos días del corredor antioqueño Ser
gio Andrés Higuita (EF Pro Cycling).
Por esos motivos, y sin excusas, el actual campeón nacional de ruta y del Tour Colombia 2.1, decidió refugiarse en el corregimiento de Santa Elena luego de arribar de Europa, donde también dejó su sello de calidad al ser el campeón de los jóvenes de la París-Niza y tercero en la clasificación general.
Desde hace cerca de un mes no siente el abrazo de un ser querido ni ha tenido el recibimiento merecido luego de sus resonantes actuaciones, pero está tranquilo, consciente de que la cuarentena en la que se encuentra es el mejor camino ante la dura situación que se vive a causa del coronavirus.
En charla con EL COLOMBIANO, Sergio Andrés, de 22 años de edad y quien empezó a forjarse ciclista por las empinadas calles del barrio Castilla de Medellín, habla de su gran momento ciclístico, de la pandemia que tiene paralizada a la sociedad y de su motivación y ambición de seguir demostrando condiciones en el pedalismo mundial, y más tras su notable presentación en la reciente prueba francesa, en la que pese a las condiciones climáticas y a la fuerte rivalidad con sus oponentes, se las arregló, con sus 57 kilos de peso y 1.66 metros de estatura, para darle batalla a reconocidas figuras de este deporte, como Vincenzo Nibali, Thibaut Pinot, Romain Bardet, Nairo Quintana, entre otros.
¿Duele saber que, con las buenas piernas que estaba rodando en este comienzo de año, podría seguir imponiendo su categoría sino hubiera sido por el parón deportivo a causa del coronavirus?
“La verdad estoy muy feliz con lo que he hecho esta temporada. Pero en realidad sí duele y causa desazón no poder competir porque soy el campeón nacional y esa camisa solo se porta un año. Sin embargo, estamos en un momento crucial que se nos sale de las manos”.
¿Cómo hacer para no perder ese buen nivel deportivo en este tiempo de cuarentena?
“Por eso me vine para Santa Elena, pues el tema de la altura ayuda mucho al ciclista en la forma física. Se requiere alimentarse bien, haciendo entrenamientos en rodillos. Más adelante saldré a montar, teniendo las precauciones necesarias de no parar en ningún sitio, haciendo los trabajos solo, así creo que no correría ningún riesgo”.
¿Qué sentimientos lo embargaban la semana pasada cuando se seguía disputando la París-Niza mientras las demás pruebas del calendario mundial eran aplazadas?
“En el equipo, desde el inicio, sabíamos que íbamos a la carrera para terminarla. En nuestra escuadra nos preguntaron antes que si queríamos disputarla o no, que era respetable nuestra decisión. Pero cada uno de nosotros quería hacerla. Durante la prueba varios elencos dijeron que no desean seguir, y en ese sentido fue un poca rara la competición”.
¿Pero en esos días finales llegó a sentir preocupación por el tema del virus o su cabeza siempre estuvo enfocada en la parte competitiva?
“Siempre estuve concentrado en la carrera, y cada vez iba logrando mejores resultados. Lo mismo mis compañeros, que hicieron un gran trabajo. Aunque debo reconocer que se iba día a día, esperando las decisiones que se tomaran, no podíamos hacer nada más”.
¿Cuál cree es la mejor enseñanza que deja esta pandemia, que prácticamente no distingue quién es quién, género, raza o estrato social?
“Que el ser humano debe empezar a tener más respeto por la vida, pues mira como somos de frágiles al ser azotados por un virus como este. Muchas veces esto es el resultado de nuestras acciones. Somos tan delicados que en el momento menos esperado se nos puede acabar la vida. Con esa pandemia queda claro que hay que tener conciencia y ser responsables los unos con los otros”.
¿Cómo es trabajar con la incertidumbre de no saber cuándo se volverá a competir?
“Los equipos tenemos presupuestado que nos veremos a mitad de año, cuando ya se estabilicen las cosas. Entonces, el tiempo que resta se debe invertir en hacer lo más que se pueda, eso sí, con tranquilidad y profesionalismo”.
Ante la suspensión del Giro de Italia, ¿qué opina de las propuestas que se hacen de realizar una gran vuelta en Europa, que integre además recorridos de Francia y España?
“Creo que es muy complicado. Si una carrera de 21 días en un solo país es duro, no sé cómo se haría, sería raro. Se debe esperar. Lo que sí creo es que esta temporada se hará muy larga, casi hasta diciembre”.
Este año ya se ha enfrentado a Nairo Quin
tana. Usted lo venció en el Nacional de ruta en Boyacá y luego tuvieron buena batalla en la París-Niza, ¿qué piensa al saber que puede estar mano a mano con quien es considerado el mejor ciclista colombiano de la historia? ¿Qué le da a entender esto?
“Que pese a ser un corredor joven, se empieza a ver el trabajo que he hecho años atrás, que me he ido conociendo mejor. Correr contra Nairo, a quien respeto demasiado, pero a la vez ser un gran rival de él, me genera motivación extra para seguir firme y con mayor ilusión en el deporte”.
No ha pasado ni un año desde que dio el salto a la máxima categoría del ciclismo, ¿a qué se debe su gran evolución?
“A la madurez, entrenamiento y al aprendizaje en el WorldTour”.
¿Qué siente al saber que en tan poco tiempo el equipo Ef Pro Cycling ya le suelta la responsabilidad para liderar una carrera?
“Es algo muy valioso en un elenco de esta categoría. Por eso hay que seguir con la cabeza centrada para no desaprovechar las oportunidades que me brindan”.
¿Cómo manejar la calma ante tanta presión que empieza a recaer sobre usted para seguir logrando mejores resultados?
“Hay que tomar las cosas con felicidad y tranquilidad, mucha calma. Desde pequeño quería estar en un equipo así, ser líder. Pero no hay que pensar que esto es una carga sino la oportunidad para estar alegre”