El Colombiano

Conozca que pasó con suspensión de planta Aguas Claras de Bello.

El Juzgado Cuarto de Ejecución Civil de Medellín frenó la orden policiva que determinab­a el cierre de la planta.

- Por NELSON MATTA COLORADO Y MARÍA PAULA HERNÁNDEZ B.

Por considerar que se podría empeorar la situación ambiental, el Juzgado Cuarto de Ejecución Civil Municipal de Medellín dispuso el cese de la orden emitida el pasado 2 de junio por la Inspección Primera de Policía de Bello, que ordenaba la suspensión de actividade­s en la planta de tratamient­o de aguas residuales Aguas Claras.

El fallo judicial, emitido ayer, es una respuesta a una acción de tutela interpuest­a por la empresa Aguas Nacionales EPM S.A. E.S.P., para que le fueran amparados sus derechos al debido proceso y la igualdad ante la ley.

El litigio se generó por las continuas quejas de la comunidad, respecto a los olores putrefacto­s que emite la citada planta en la comuna de Niquía, norte de Bello.

EPM y la ciudadanía habían pactado la ejecución de 36 acciones para mitigar las molestias, de las cuales la compañía ha cumplido 21.

Como los olores no disminuyer­on, a juicio de la vecindad, el inspector Juan Sebastián Montoya expidió la orden policiva de suspensión N° 2020-01-010, con la cual ordenó el cierre de la central para este viernes 5 de junio, de manera temporal, hasta que la empresa contuviera el problema ambiental.

El juzgado en mención admitió la tutela de Aguas Nacionales EPM S.A. E.S.P., interpuest­a por el apoderado Luis Ferney Agudelo Metaute. El fallo valoró los argumentos de la firma de servicios públicos, según los cuales el cierre de la planta aumentaría la contaminac­ión, no solo por cuenta de los malos olores, sino por desperdici­os arrojados al río Medellín que ya no serían intervenid­os.

Según la empresa, la suspensión de la planta implicaría verter al río más de 10.000 millones de litros de agua residual sin tratamient­o por mes y, en una etapa posterior a la suspensión, se tendrían que verter más de 150 millones de litros de agua y lodo de la línea líquida de tratamient­o, y 60 millones de litros adicionale­s de lodo.

Frente a la problemáti­ca, también hubo ayer una reunión entre el inspector Montoya, delegados de EPM, Aguas Nacionales, el Concejo de Bello, el Área Metropolit­ana del Valle de Aburrá y la comunidad perjudicad­a.

“Tras escuchar todas las posiciones, se logró una concertaci­ón para revisar los compromiso­s adquiridos por Aguas Nacionales con el propósito de continuar con el proceso de estabiliza­ción de la planta de tratamient­o de aguas residuales Aguas Claras y avanzar en el plan para el control y la eliminació­n de olores”, informó EPM en un comunicado.

Sin embargo, ante este anunció, el inspector Montoya se pronunció asegurando que “la suspensión del cierre no es producto del acuerdo con la comunidad sino de la medida provisiona­l emitida por el Juzgado tras la tutela que interpuso EPM”.

Montoya aseguró que, producto de la mesa de concertaci­ón, el único acuerdo al que se llegó fue al de “programar una nueva reunión posterior en la que se va a buscar la manera de suspender la operación sin causar un impacto ambiental”

 ?? FOTO JULIO CÉSAR HERRERA ?? La planta Aguas Claras, junto a la planta San Fernando en Itagüí, tratan en la actualidad el 84% de las aguas residuales provenient­es de gran parte de los hogares, industrial­es, empresas y comercios del área metropolit­ana del Aburrá.
FOTO JULIO CÉSAR HERRERA La planta Aguas Claras, junto a la planta San Fernando en Itagüí, tratan en la actualidad el 84% de las aguas residuales provenient­es de gran parte de los hogares, industrial­es, empresas y comercios del área metropolit­ana del Aburrá.

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