ANÁLISIS DEL RIESGO PARA LA SALUD AL VOLVER A LAS AULAS
Los padres de familia están en una disyuntiva ante el anuncio de que los estudiantes regresarán a clases presenciales a partir del 1 de agosto. Por ejemplo, en un sondeo publicado en las redes sociales de EL COLOMBIANO, en el que se preguntó si enviaría a sus hijos al colegio, el 65,7% de los 5.233 votos recibidos señaló que no. La respuesta se enfocó en un temor ante el posible riesgo de contagio del coronavirus. Si bien la población entre 0 y 19 años representa el 12,45 % del total de contagios en el país, ese temor se mantiene en los padres, al pensar que los niños podrán llegar a casa contagiados e infectar a los demás miembros de la familia. Sobre el riesgo para este grupo poblacional, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dejado claro que “los niños y los adolescentes tienen las mismas probabilidades de infectarse que cualquier otro grupo de edad y pueden propagar la enfermedad”. Al respecto, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, ha dejado claro que se deben priorizar los protocolos de bioseguridad y respetar la “alternancia”, que es dividir las clases entre presenciales y virtuales, para evitar grandes aglomeraciones en las instituciones educativas. “Reanudar las actividades en los establecimientos educativos conlleva un proceso gradual que complementará el trabajo académico en casa y combinará diferentes opciones para desarrollar las interacciones entre docentes y estudiantes”, dijo la ministra. Claudia Beltrán, pediatra, especialista en enfermedades infecciosas y docente del Departamento Pediatría de la Universidad de Antioquia, señala que “muy pocos niños requieren hospitalización (menos del 10 %) o que requieran unidades de cuidados intensivos (menos del 1 %)”; no obstante, agrega que “a pesar del temor que existe, hay experiencias en otros países que demuestran que los colegios pueden seguir funcionando si se acatan todas las medidas de bioseguridad, teniendo en cuenta el momento epidemiológico que vive la región y las condiciones de infraestructura de cada institución”, dice la analista, quien insiste en que se debe mantener la vigilancia epidemiológica sobre un aumento de los casos, el cual pueda llevar “nuevamente a cerrar por completo el colegio” o la escuela.