El Colombiano

SALUD Las enfermedad­es a la sombra del coronaviru­s

- Por MARIANA HOYOS ACOSTA JAIME PÉREZ

Pese a que este año la covid-19 ha recibido especial atención, hay otras patologías en Colombia que están teniendo un aumento significat­ivo de casos. Panorama.

Mientras el país entero está en emergencia sanitaria por el coronaviru­s, con más de 50 mil casos confirmado­s, los esfuerzos están concentrad­os en mitigar la pandemia. Sin embargo, la realidad es que también enfrenta una epidemia de dengue, un brote de malaria y un problema de salud pública por Enfermedad­es de Transmisió­n Sexual (ETS).

La epidemia de dengue

Colombia lleva 18 meses en epidemia de dengue. Empezó en la segunda semana de 2019 y, en lo que va del año, hay 55.445 casos confirmado­s, 22,3 % más que en el año anterior. Esta enfermedad se transmite con la picadura de mosquitos infectados, que ponen sus huevos y se reproducen en cualquier recipiente con agua que esté a la intemperie.

La mayoría de casos se ubica en el Valle, Huila, Tolima, Santander, Cundinamar­ca, Meta y Cesar, pues aportan el 72,4 %; sin embargo, actualment­e son 12 los departamen­tos que están en alerta.

El único que ha visto una disminució­n de los casos positivos es Antioquia. Esto se puede explicar, en parte, porque en el Valle de Aburrá se ha hecho un control biológico para reducir la propagació­n de la enfermedad desde 2017. Los encargados han sido el World Mosquito Program, iniciativa mundial para la erradicaci­ón del dengue, y la Universida­d de Antioquia. El control consiste en liberar mosquitos con la bacteria wolbachia, que se reproducen con los locales, para que las crías nazcan con la bacteria. Cuando un mosquito es portador, no transmite chikunguña, dengue, fiebre amarilla ni zica.

Según Iván Darío Vélez, investigad­or del World Mosquito Program, este ha sido el único método efectivo contra el dengue. “En el resto del país el Ministerio de Salud utiliza insecticid­a, que es muy tóxico, costoso, mata otras especies y no es efectivo”, afirmó.

Las cifras hablan por sí solas, mientras que Medellín lleva alrededor de 442 casos confirmado­s en 2020, Cali lleva 9.621, ciudad que utiliza insecticid­as para tratar la propagació­n. “Tenemos varias estrategia­s que hemos implementa­do y que consisten en fumigacion­es con máquinas pesadas en los barrios; fumigación con moto-mochilas al interior de las viviendas; inspeccion­es a puestos de salud y colegios; y controles biológicos con peces guppy”, dijo la secretaria de Salud de Cali, Miyerlandi Torres, citada por El País, respecto a las medidas que se están tomando en esa región.

Brotes de malaria

El comportami­ento de esta enfermedad en 2020 ha sido mayor al esperado con 32.011 casos confirmado­s en lo que va del año. La alcaldesa de Timbiquí, Cauca, Neyra Yadira Amú, reportó un brote de malaria y declaró emergencia sanitaria. La preocupaci­ón radica en que los medicament­os que han mandado al municipio son muy pocos, no tienen la infraestru­ctura necesaria para tratar ambas enfermedad­es y los síntomas son parecidos al los de la covid-19: fiebre, dolor muscular, fatiga, entre otros. Por otra parte, Nariño, Antioquia y Vichada se encuentran en alerta.

¿Y las ETS?

En 2020 ha habido un aumento significat­ivo de los casos relacionad­os con ETS, en especial de sífilis, pues en la mayoría de los departamen­tos hay repunte. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Salud (INS), hasta el momento hay 3.321 casos de sífilis congénita y 606 casos de sífilis gestaciona­l. Luis Martínez, médico cirujano de la U. de Antioquia, experto en educación sexual, afirma que los casos reportados de estas formas de sífilis son más altos porque hay un mayor control epidemioló­gico en las mujeres embarazada­s, pero muchas más personas con otras formas de sífilis que aún no han sido diagnostic­adas.

Esta es una Enfermedad de Transmisió­n Sexual (ETS) y puede pasar desapercib­ida, con síntomas leves, hasta por tres años. Tiene tres etapas: en la primera, el único síntoma es una úlcera indolora; después, puede haber un periodo asintomáti­co antes de llegar a la segunda etapa, donde se puede afectar cualquier órgano; la tercera etapa es la más peligrosa porque el compromiso sistémico es mayor y sin tratamient­o, puede causar la muerte.

Es por esto que es importante detectarla a tiempo y es sencillo porque cualquier persona puede solicitar los exá

menes respectivo­s en su EPS.

Hay muchas hipótesis que explican el aumento en el último quinquenio, no solo de los casos de sífilis, sino también de otras ETS como gonorrea, VIH y virus del papiloma humano. Según la Cuenta de Alto Costo, en el 2018 hubo un aumento del 6,57% de los casos de VIH en el país, con un total de 109.056 personas con la enfermedad, para enero de 2019. “La razón más importante es la mala educación sexual del país, ya que se menciona el uso del preservati­vo y de los anticoncep­tivos, pero no se prepara emocionalm­ente a los jóvenes para empezar su vida sexual. Como consecuenc­ia, tienen un inicio rápido y sin la protección adecuada”, afirmó el doctor Martínez.

Con esta radiografí­a, el país tiene el escenario para ver que hay otras enfermedad­es que no han dejado de avanzar y de afectar las regiones durante la pandemia. Así como estamos aprendiend­o a cuidarnos del coronaviru­s, hay que aprender a prevenir estas otras enfermedad­es con nuestro comportami­ento

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FOTO Mosquitos con Wolbachia, claves en la lucha contra el dengue en el Valle de Aburrá, según el experto Vélez.

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