Lupa a la contracción de la actividad productiva
El Fondo Monetario Internacional prevé una caída del Producto Interno Bruto de 7,8 %, el segundo mejor en Latinoamérica.
De los siete países que desagregó el Fondo Monetario Internacional de América Latina en su revisión de crecimiento económico, Colombia y Chile son los que tendrán resultados menos malos.
Colombia caería 7,8 % mientras Chile lo haría en 7,5 %, Venezuela no alzaría cabeza este año y el decrecimiento previsto tiene una magnitud de 20 %. Una proyección más profunda que la estimada por el Ministerio de Hacienda y crédito público de 5,5 % (ver Gráfico).
El país, además tendría un mejor desempeño que el resultado promediado en América Latina y el Caribe que prevé un decrecimiento general de -9,4 % y también de Suramérica tasado en 9,5 %.
Específicamente sobre Colombia, el Fondo Monetario reflejó que esta versión tiene una profundización de la crisis al significar - 5,4 puntos porcentuales (pp.) más que la última proyección en abril cuando preveía un decrecimiento del 2,4 %.
En este punto Raúl Ávila, profesor de economía de la Universidad Nacional, sostuvo que en esta actualización Colombia y Perú (se profundizó su pérdida en -9,4 pp.) mostraron unas mayores desmejoras desde las previsiones de abril, lo que significa, al menos para el país “un fuerte golpe de los términos de intercambio”.
El porqué
El resultado de este mayor pesimismo en las proyecciones se dio “al ver que el brote de
contagios de covid-19 ha sido más prolongado a lo anticipado (...) el crecimiento económico para el primer trimestre fue peor de lo esperado para la mayoría de países, los datos disponibles para marzo- abril de producción industrial, consumo eléctrico, ventas minoristas y empleo indican que la caída de la actividad en el segundo trimestre será muy pronunciada”, afirmó Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Al describir el momento que vive el país, el Fondo dijo que “Colombia tomó acciones tempranas para limitar la expansión del virus, pero con las disrupciones económicas asociadas a la pandemia (incluidos los bajos precios del petróleo) se prevé la generación de la mayor recesión en dos décadas”.
Lo anterior, dijo Ávila, se seguirá evidenciando en una pérdida económica con el cierre de empresas y por ese camino un mayor desempleo.
¿Que se debe priorizar? reenfocar el gasto y la eficiencia de este. Además, “la política monetaria tiene que seguir siendo acomodaticia, dadas las bajas presiones inflacionarias y en aquellos lugares donde todavía queda espacio para reducir las tasas, la expectativa es que sigan en este camino”, aseguró Werner.
Por ahora, dijo el investigador de la Universidad Sergio Arboleda, Luis Fernando Ramírez, lo relevante más allá de la coyuntura son las secuelas de las pandemia, por eso aseguró que resulta imprescindible poner en el debate las reformas laboral (contrato de trabajo, jornada), tributaria y social, la última enfocada en la revisión de los subsidios, pues se prevé “que lo que se está gastando a dedo en 2020 tendrá que pagarse en la próxima década por efecto de la crisis”.
En la discusión de la renta básica, Ramírez agregó que “eso es factible si se congregan la cantidad de subsidios (34 programas), que cuestan entre 80 y 90 billones de pesos dispersos en una cantidad de gente que no se controla”.
Finalmente, un mensaje relevante dejó Werner: “Numerosos países de la región tienen un elevado nivel de informalidad y están poco preparados para hacer frente a nuevos brotes de la pandemia con una elevada ocupación de cuidados intensivos y escasa capacidad de pruebas y rastreo”, por lo que propuso ser cautelosos en la reapertura