CATALINA, UNA TEJEDORA DE REDES DE CAMBIO SOCIAL
Catalina es una tejedora. Sí, tejedora, pero sus hilos son conexiones que viajan de un país a otro para hilar las iniciativas sociales que desarrollan las organizaciones en sus territorios. No solo se desempeña como cofundadora y directora ejecutiva de la Fundación Mi Sangre, la reconocida organización impulsada por el cantautor Juanes, sino que ha dedicado su carrera a impulsar proyectos sociales de Colombia para el mundo como la certificación Oro Verde para comunidades mineras, que comenzó en Chocó y fue replicada en Bolivia, Ecuador y hasta en África. En esa vida dedicada a la gente acompañó la creación de un ecosistema de aprendizaje para emprendedores sociales llamado The Weaving Lab, enfocado en impulsar a más personas que, como ella, tienen proyectos que pueden traducirse en impactos para la gente. Más que una líder, Catalina se percibe como una tejedora. “Un tejedor es una persona que mira más allá del interés de su organización, que está dispuesta a cocrear y se preocupa por construir relaciones profundas”. Su trabajo se traduce en crear redes de cooperación entre las organizaciones de cualquier país para encontrar soluciones a los problemas. A partir de este, junto a la Fundación Mi Sangre, crearon en Medellín un laboratorio para reducir la violencia juvenil y acompañar a los adolescentes que están en contextos de alto riesgo. Su meta es cambiar paradigmas. “Creemos que si desarrollamos un nuevo tipo de liderazgo podemos lograr intervenciones más colaborativas que de verdad cambien los sistemas que conoce
mos”. Así, con Mi Sangre han conseguido alejar a jóvenes del distrito de Agua Blanca, en Cali, del contexto de violencia de la zona en la que viven. Ahora con The Weaving Lab desde Colombia representa la campaña “What if” (¿y si?) que plantea preguntas como ¿qué pasaría si aprender a ser amable fuera parte de la educación o si las escuelas tuvieran más tiempo de juego que las pruebas? Con preguntas como esas se mueve Catalina Cock buscando ideas para cambiar el mundo con una óptica que le inyectó a su trabajo desde joven: la empatía social.