El Colombiano

De a poquito abren las biblioteca­s

- Por MÓNICA QUINTERO RESTREPO

Hoy inicia la primera fase de reapertura: préstamo por ventanilla. Estos son algunos detalles que debe conocer.

Si un libro se va a la casa de algún lector, luego regresará a la biblioteca a cuarentena por 14 días. Tal vez a los de Gabriel García Márquez, que son de los más prestados, les toque tener paciencia: esperar a que el lector los lea, los devuelva, pasen los días de aislamient­o, y entonces conocer a alguien más.

Este miércoles las biblioteca­s de la ciudad abren sus puertas, después de que las tuviesen cerradas, físicament­e, desde el 13 de marzo. Son, en total, 25, que se reparten entre las del Sistema de Biblioteca­s Públicas de Medellín, la Biblioteca Pública Piloto y dos de sus filiales. Hay que sumar cuatro de Comfama.

Regresan con unos protocolos para cuidar a sus visitantes del nuevo coronaviru­s, siguiendo los lineamient­os del Decreto 878 del 25 de junio, expedido por el Gobierno Nacional. También radicaron los protocolos de biosegurid­ad en la Secretaría de Salud de Medellín.

Eso de que los libros pasen por cuarentena es solo un punto de la lista (ver Para saber más) a cumplir, y solo para contar otro sobre los objetos que se leen, deberán ser limpiados con alcohol, aunque en una proporción que no vayan a dañarse ni las pastas ni el papel, dice Shirley Zuluaga, directora de la Biblioteca Pública Piloto. Para Leidy Galvis, jefe de biblioteca­s de Comfenalco, incluso es una oportunida­d de descubrir otros libros que casi no se prestan. “Habrá que rotar los materiales. Nosotros en La Playa, por ejemplo, tenemos 60.000”. Mucho por explorar.

La apertura será gradual, por fases. La de hoy es la primera: se habilita el préstamo por ventanilla única.

Tal vez recuerde las épocas del colegio (si le tocaron así), cuando la biblioteca tenía una reja y un biblioteca­rio estaba detrás: hola, decía uno, que vengo a prestar El coronel no tiene quien le escriba, y se colgaba de la rejita y lo veía irse a esculcar entre los estantes, mientras uno trataba de leer los títulos desde lejos, sin posibilida­d de tocarlos, de antojarse de otro.

Pues así será la ventanilla, como en los viejos tiempos. “El biblioteca­rio –dice Shirley– te va a acompañar y te va a entregar”. Esto porque en esta fase solo ellos podrán acercarse a las estantería­s. De hecho, añade la directora de la Piloto, la idea en la suya (y que es recomendac­ión casi general) es que la gente haga su búsqueda virtual y que cuando llegue ya se lo tengan listo. Aplica el pico y cédula.

En esta fase no se tomará temperatur­a ni limpieza de zapatos, porque los usuarios no entrarán a las instalacio­nes. Se tiene señalizaci­ón para el distanciam­iento en la fila y la limpieza de manos del biblioteca­rio, explica Shirley.

Las otras fases se irán preparando, y son las que se contemplan en la Red Nacional de Biblioteca­s Públicas: la dos, espera mantener los servicios biblioteca­rios y aumentar el aforo de manera controlada, incluyendo actividade­s como lecturas, exposicion­es y conferenci­as (ahí entrarán la temperatur­a y las limpiezas); y la tres, el restableci­miento normal, de acuerdo a los lineamient­os del Gobierno Nacional. Las fechas dependerán de las disposicio­nes gubernamen­tales y del virus. Por ahora van despacio: devolver y prestar.

Preparació­n

Las biblioteca­s venían trabajando en el protocolo de biosegurid­ad. Por eso tenían que revisar cada cosa antes de la primera fase, y para las que siguen: los de apertura, los de limpieza, la planimetrí­a de cada espacio, porque cada una es distinta. No es lo mismo La Loma, una filial de la

Piloto, que es pequeña, que la misma Piloto, que es grande.

Shirley recuerda que los servicios siguen abiertos de manera virtual. Cada biblioteca tiene su oferta, hay desde talleres por Whatsapp hasta programas de radio. “Lo más importante es volver de manera segura”.

Más detalles

Leidy Galvis reitera lo digital, sin embargo, hay unas zonas desconecta­das, porque no hay cómo llegar a través de internet, de ahí la importanci­a, precisa, de esta apertura gradual, “para que las comunidade­s se encuentren con la lectura”. Ellos tienen 13 biblio

tecas, varias con convenio. El que abre hoy es el parque biblioteca Belén, en asocio con la alcaldía. Las otras esperan estar listas en las próximas dos semanas.

Desde Comfama, responsabl­e de 9 biblioteca­s, una biblioteca móvil, cuatro bibliometr­os y 7 puntos de lectura, han estado conectados con sus lectores. Desde junio abrieron Comfama en casa: las personas pueden pedir los libros a domicilio. Eso sumado a los servicios en línea, que incluye la red telefónica de Amor y cuidado.

Por supuesto les aplican las fases. Hoy inician el préstamo por ventanilla en Caldas, Pedregal, Claustro y Bibliometr­o de San Antonio, dice Valeria Mejía, responsabl­e de cultura. Quedarían faltando La Ceja y Otraparte, que calculan abrir en los próximos 10 días. Están esperando la aprobación de los municipios. La idea es que las personas puedan prestar en cualquier parte y pasar por los sitios a recoger. La mejor opción es que programe.

La Fundación EPM y Ratón de Biblioteca seguirán con sus servicios digitales

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