Merkel toma las riendas de la UE
El cambio de mando en el bloque llega con la apuesta por la recuperación económica ante el coronavirus.
En el culmen de su trayectoria política y a poco más de un año de que llegue el momento de su retiro, Ángela Merkel asumió este miércoles la presidencia protémpore de la Unión Europea, que ostentará hasta finales de 2020. Y lo hizo dejando en claro dos cosas: que le apuesta a un plan de recuperación para “hacer que Europa vuelva a ser fuerte” tras la pandemia, y que se prepara para eventualmente no llegar a un acuerdo posbrexit con Reino Unido.
El momento es clave. Alemania llega a la cabeza del bloque tras la aprobación del ambicioso plan económico para salir de la crisis del coronavirus, que incluye la creación de un fondo de asistencia financiera y que causó discrepancias. Mientras los países nórdicos consideraban que la salida no estaba en subvencionar otros gobiernos, Merkel, por su parte, fue junto a su homólogo francés, Emmanuel Macron, la mandataria que impulsó con más fuerza la construcción del plan.
Y sus palabras de este miércoles ante el Parlamento Alemán ratificaron su postura: “Europa se enfrenta a tiempos díficiles y el liderazgo de Alemania estará marcado por la pandemia y por la gestión de sus consecuencias. Juntos haremos que Europa vuelva a ser fuerte”, manifestó.
Sin embargo, admitió, las visiones de las 27 naciones integrantes “todavía están alejadas”, pero espera que las diferencias puedan superarse en próximas semanas.
Explicó la mandataria que el paquete que mezcla subvenciones a fondo perdido, es decir, ayudas cuyo monto no tiene que ser devuelto total o parcialmente por el país beneficiario, préstamos de hasta 750.000 millones de euros que todavía los 27 estados tendrán que acordar en sus detalles, debe ser visto como “una herramienta”.
En ese sentido, indicó que los fondos deberán distribuirse entre los países miembros en función no de la aplicación del criterio de su población, sino en la medida en que esos países han sufrido más seriamente las consecuencias derivadas de la pandemia.
La canciller aludió indirectamente a las resistencias de algunos estados del bloque a admitir un plan que contenga subvenciones y apeló a los
beneficios que aporta la pertenencia de todos al mercado interior comunitario.
Retos mayúsculos
La canciller no olvidó en su intervención ante los diputados del Parlamento que, además de las consecuencias de la pandemia, existen otros retos que deberá afrontar, como el Brexit.
Merkel refirió que “debemos prepararnos para el caso de que no haya acuerdo con Reino Unido” y para algunos, estas palabras también sonaron a advertencia.
Si no se alcanza un acuerdo para finales de 2020, las normas de la Organización Mundial del Comercio ( OMC), con sus elevados aranceles y controles aduaneros, se aplicarían a las relaciones comerciales entre los dos socios