DISTORSIONES A NUESTRO VAPULEADO IDIOMA
Hay graves distorsiones en nuestro idioma castellano al originar expresiones redundantes en la comunicación de las ideas con palabras que se relacionan con los dos géneros.
Presidentes, legisladores, jerarcas eclesiásticos, profesores y líderes universitarios, periodistas, escritores y personas del común, se han acostumbrado a usar unos giros gramaticales que afectan la economía y la simplificación, que constituyen el criterio básico de un idioma, al decir de la Academia Española de la Lengua: “El género es una propiedad de los nombres y de los pronombres que tiene carácter inherente y produce efectos en la concordancia con los determinantes, los adjetivos… y que no siempre está relacionado con el sexo biológico”. Además, considera tales distorsiones como piruetas lingüísticas innecesarias, artificiosas y ridículas.
Es más fácil elaborar frases con menos palabras, pero más concretas, sin afectar la gramática de nuestro vapuleado idioma español.
Frecuentemente leemos y escuchamos frases como: hoy aumentaron los contagiados y las contagiadas; guerrilleros y guerrilleras que acepten el acuerdo de paz; hermanos y hermanas, llegó la hora del regreso a los templos; niños y niñas deberán cursar virtualmente el segundo semestre; todos y todas tienen obligación de cuidarse, etc.