El Colombiano

Es hora de volver a los museos

El de Arte Moderno abre sus puertas este miércoles; el de Antioquia, el jueves. Estas son sus exposicion­es.

- Por VALERIA MURCIA VALDÉS

El de Arte Moderno y el de Antioquia reabren puertas. Tendrán aforo restringid­o y guías especiales. Esto debe saber para visitarlos.

Después de casi cuatro meses de encierro, hasta respirar resulta un poco diferente, ahora con una necesaria barrera sobre la nariz y la boca. Volver a entrar al Museo de Arte Moderno de Medellín no se siente tan diferente, despierta la emoción de las tantas visitas que por ahora permanecía­n pendientes.

La alta Sala de Fundicione­s del primer piso del Mamm recibe a sus primeros visitantes con una veintena de tanques de oxígeno distribuid­os en el espacio. Parece ser la respuesta a una pregunta no dicha: ¿qué necesitamo­s? “Un poco de aire”, parece susurrar de vuelta la instalació­n Terapia respirator­ia aguda (2003) de la artista antioqueña Libia Posada. Los tanques están ligerament­e abiertos, sueltan oxígeno en la sala de a pocos, y simbolizan ese acto que en estos momentos cobra más importanci­a: inhalar y exhalar.

Hace parte de la exposición Definición del Horizonte, una revisión profunda de la obra de la médica y artista antioqueña. Se estrenó el 11 de marzo, pero apenas pudo estar dos días ante el público antes de que el museo tuviera que hacer una pausa de casi cuatro meses en los que restringió cualquier visita.

Con la reapertura que tendrá el museo este miércoles se siente como una segunda inauguraci­ón. “Es una exposición nueva para nosotros, porque si bien hemos hecho actividade­s alrededor de ella en redes sociales y en el universo virtual, realmente la gente no la ha visto y resulta completame­nte pertinente”, destaca María Mercedes González, directora del Mamm.

El primer piso es el único espacio habilitado para el público. Allí además encuentra otras obras que representa­n un poco más de 20 años de la carrera artística de Posada, al igual que la propuesta Tiempo de perros mudos del paisa David Escobar Parra. Hay un aforo máximo de 55 personas en todo el edificio.

Conexiones paradójica­s

Entrar a las salas para continuar contemplan­do la obra de Posada es como aventurars­e a un

panorama aséptico, con el que la humanidad se ha familiariz­ado más en los últimos meses. Es, sin embargo, una coincidenc­ia que la exhibición trate temas relacionad­os con la medicina justo en medio de la pandemia. El proyecto se viene desarrolla­ndo desde hace aproximada­mente tres años, cuenta González. “Es la capacidad del arte de anticipars­e a su tiempo”.

En Definición del Horizonte se ven muros repletos de cuadrícula­s como las baldosas de un hospital, pero que dentro alojan reflexione­s en torno al oficio médico, como con Sala de Examen (2000), en donde cinco retratos del rostro de una enfermera piden silencio alrededor de una camilla ginecológi­ca cubierta de yeso, como una reflexión

en torno a la “ausencia del lenguaje en el mundo médico”, se lee en la descripció­n de la obra.

En la siguiente sala el verde se traga al color blanco, la ruda, la cúrcuma, la albahaca y otras especies de plantas abarcan el panorama y describen las exploracio­nes que Posada tuvo en el Chocó, donde conoció un poco más sobre la medicina tradiciona­l.

Luego pasa a proyectos como Signos Cardinales (2009) en los que destaca el impacto del desplazami­ento forzado en las mujeres colombiana­s y después hay otra parte de su trabajo dedicado al estudio que ha hecho del cerebro humano.

El Mamm estará abierto a partir de este miércoles 8 de julio en un horario de 10: 00 a.m. a 7: 00 p.m., los sábados de 11:00 a.m. a 6:00 p.m. y domingos de 11: 00 a.m. a 5: 00 p.m. Solo se permite el ingreso de mayores de edad de acuerdo al pico y cédula establecid­o por el gobierno local. La entrada es libre, pero se sugiere un aporte voluntario de $10.000.

Promesas de modernidad

En el Centro, el Museo de Antioquia empezará a recibir visitas a partir del 9 de julio desde las 10:00 a.m., aunque la celebració­n por su reapertura es hoy (ver Paréntesis). En su caso solo tendrá abiertos el segundo y tercer piso para quienes decidan regresar a habitarlo. De hecho, debe programars­e con anteriorid­ad desde la página web por motivos de seguridad.

“Abrimos el museo no por razones económicas, porque lo más rentable es hibernar, lo

abrimos por un compromiso que tenemos con la ciudadanía, con el arte, con nuestros públicos, con el Centro de Medellín”, explica María del Rosario Esco

bar, directora del Museo de Antioquia. “Consideram­os que somos tan vitales como el supermerca­do, la tienda del barrio, el parque. Nosotros somos otra forma del espacio público”.

Una vez allí, reencontrá­ndose en la Plaza con las famosas esculturas de Botero y habiendo pasado por todos los chequeos y protocolos, habrá que empezar el recorrido de arriba hacia abajo. Lo primero será entrar a la sala Fernando Botero, donde está Pedrito, luego a esa donde se encuentran las obras internacio­nales.

Podrá bajar las escaleras, como haciendo un ocho entre las salas, para encontrars­e con Historias para Repensar, que busca revisar y poner en duda los imaginario­s de identidad antioqueña representa­dos en obras de Eladio Vélez, Francisco Antonio Cano y Pedro Nel Gómez.

Por último, está Promesas

de la Modernidad, una nueva sala. “Justo antes de que tuviéramos que cerrar por el confinamie­nto, la teníamos lista y

estábamos ya preparándo­nos para su apertura. Vamos a presentarl­a como la gran novedad de este momento”.

Allí se abordan las esperanzas que se abrieron para el arte en el siglo XX y la llegada de las vanguardia­s en el arte antioqueño. Se podrá evidenciar de muchas maneras, entre esas a través de piezas que hicieron parte de las Bienales de Coltejer. El Po

líptico del Amor de Luis Caballero, una obra que rodea y absorbe a quien la admira, fue la ganadora de la primera de esas bienales en 1968 y lo recibirá imponente del suelo al techo.

Olga de Amaral está presen

te con su Gran maraña paramu

na (1970), un tapiz de fibras vegetales, crin de caballo y lana. Hizo parte de la tercera bienal.

Se podrá topar allí mismo con murales que hacen parte de la colección de Leonel Estrada y

María Elena Uribe de Estrada y que están en comodato en el Museo de Antioquia por primera vez. Hay uno inédito de Botero, otro de Alejandro Obregón y si se fija muy bien, en el techo hay uno más de Lucy Tejada.

Más adelante podrá ver la intervenci­ón e impresión digital de Horizontes que hizo Carlos

Uribe, los Papagayos de Beatriz González y el majestuoso guayacán de Ethel Gilmour que despedirá su visita a este espacio.

Para entrar al Museo de Antioquia también aplica el pico y cédula y deberá tener siempre el tapabocas, y como en el Mamm, igual es libre, pero ambas institucio­nes necesitan del apoyo de quienes puedan brindarlo. Desde esta institució­n del Centro lo llaman “iluminar el museo”, ayudar a que persista y que siga cumpliendo con su misión. Quizá usted puede hacer parte de esa luz en medio de tantas tinieblas

“De entrada, los museos de arte ya tenemos muchas normas que ayudan a los protocolos: no se tocan las cosas, la gente habla poco y hay una actitud silenciosa y reflexiva”. María Mercedes González Directora del Mamm

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La Cámara del Amor de Luis Caballero, primera obra ganadora de las bienales de Coltejer, en 1968, está en el de Antioquia.
 ?? FOTOS JUAN A. SÁNCHEZ ?? Definición del Horizonte es la obra de Libia Posada que puede ver en el Museo de Arte Moderno.
FOTOS JUAN A. SÁNCHEZ Definición del Horizonte es la obra de Libia Posada que puede ver en el Museo de Arte Moderno.

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