Empleo en Colombia, más débil que en otros países de la Ocde
El desempleo de 12,2 % reportado en febrero podría duplicarse para finales de este año.
La pandemia de la covid-19 desencadenó una de las peores crisis laborales desde la Gran Depresión (1930) y, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), existe un peligro real de que la crisis aumente la pobreza y amplíe las desigualdades, con un impacto que se sentirá en los años venideros.
“Los países ahora deben hacer todo lo posible para evitar que esta crisis laboral se convierta en una crisis social. Reconstruir un mercado laboral mejor y más resistente es una inversión esencial en el futuro y en las generaciones futuras”, advirtió el organismo en su informe de Perspectiva de empleo 2020, publicado ayer.
La tasa de desocupación en mayo de 21,4 %, medida por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), tiene a Colombia como el país miembro de la Ocde con el mayor nivel desempleo. Solo entre febrero y abril el desempleo aumentó 9,2 puntos (pasó 12,2 % a 21,4 %). Entre los demás países, Lituania observó un aumento de 3 puntos porcentuales hasta mayo, Letonia 2,9 puntos hasta mayo y Chile 2,8 puntos hasta abril.
Las proyecciones apuntan a que al cierre del año Colombia se mantenga con el desempleo más alto, pues se estima que este fenómeno aumente entre 4 % y 4,9 % en promedio para los países Ocde, pero en el caso nacional, este incremento estaría entre un 10,6 % (un impacto) y un 12,5 % (doble impacto por un eventual rebrote del virus), (ver gráfico).
Debilidades
Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, explicó que en principio se había estimado la pérdida global de puestos de trabajo en 305 millones de empleos, como consecuencia de la crisis económica y sanitaria, pero para el segundo trimestre de 2020, la cifra llegó a 400 millones.
En Colombia, las cifras de mayo dejaron en evidencia el complejo equilibrio de las políticas sanitarias y económicas que han profundizado los problemas estructurales del sistema de relaciones laborales.
En ese contexto, Jaramillo enumeró como deficiencias: “La informalidad que alcanza
el 66,3 %, las brechas ocupacionales y salariales por género, la tasa de desempleo juvenil (26,6 % para mayo) que normalmente duplica la nacional, las barreras para el acceso al empleo de las personas con discapacidad, la informalidad del 88 % en lo rural, la cobertura del 35 % del sistema de seguridad social, que aunado a las deficiencias en materia de inspección, vigilancia y control dificulta la efectividad de las medidas que se adoptan”.
La reactivación
Desde la dirección de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture abogó por un plan de impulso, que se base en la capacidad empresarial de generar desarrollo y empleo.
“Se requiere de reformas que estimulen la ocupación y reglamentar, por ejemplo, el trabajo en casa; abordar los retos tributarios, fomentar la formalidad, fortalecer el turismo e impulsar el comercio exterior y la inversión extranjera”, mencionó.
En la misma línea se expresaron los investigadores económicos de Credicorp Capital, liderados por Daniel Velandia, quienes indicaron que la velocidad de la recuperación dependerá principalmente de la evolución de la pandemia en el corto plazo, así como de los esfuerzos del sector privado y del Gobierno que deberá tramitar una serie de reformas (tributaria, laboral), y también de los cambios estructurales de la economía como la inversión