Ritual para sanar maltrato a indígenas
Cabildos Nutabe, Chibcariwak, Inga y Quillasinga-Pastos harán un acto de armonización por las mujeres.
La herida abierta que ha causado a las comunidades indígenas del país las violaciones a sus mujeres, así como los homicidios de sus líderes (que según Indepaz, entre enero y junio de 2020 fueron asesinados 47), llevó a que los mismos comuneros sientan la necesidad de armonizarse con la Madre Tierra.
Por eso hoy en el cerro El Volador, a las 9:30 a.m., los gobernadores de los cabildos Nutabe, Chibcariwak, Inga y Quillasinga-Pastos asentados en Medellín y acompañados de taita (guía espiritual indígena), realizarán un ritual de sanación en el que ofrecerán flores, frutos, granos, semillas y otras ofrendas para pedir respeto por sus culturas y saberes ancestrales.
Mari Luna Mora, representante de las comunidades indígenas en el contexto de ciudad, expresó a EL COLOMBIANO que con este ritual buscan apoyar a las otras comunidades que, aunque no las conozcan, se unen en el mismo sentimiento.
“Lo ideal es que estén todos los cabildos de la ciudad, que son 10; pero por el tema de la pandemia, vamos a estar entre tres y cuatro personas por cabildos de los cuatro presentes”, explicó Mari Luna.
La mujer indígena precisó además, que el ritual lo realizarán en el cerro El Volador porque es un lugar energético de gran valor para los aborígenes y representan mucho “para conservar las tradiciones de los abuelos y ancestros. Además, pediremos que no haya impunidad y que respeten nuestra cultura”.
Álvaro Villarraga, director de la fundación Cultura Democrática, insiste en que en Colombia debe empezarse a conocer y respetar ese universo de las comunidades ancestrales y saber
“que ellos conviven en armonía con la naturaleza y juran su protección contra el extractivismo y la utilización de estos territorios en economías ilegales”.
De ahí, el llamado a la protección no solo del Gobierno sino también de los colombianos, basados en el respeto a su autonomía y conocimientos degradados por el conflicto armado colombiano.
Tradiciones importantes
La antropóloga Isabel Preciado explica que la importancia de estos rituales de sanación y armonización realizados por las comunidades ancestrales es una práctica que reúne todos los conocimientos de los antepasados y busca fortalecer la relación entre lo humano y lo inhumano (plantas, animales) que no poseen las personas no indígenas. Es una relación de interdependencia con la naturaleza, en la que todo hace parte de todo y se convierte en su visión biocéntrica de la trama de la vida.
“Es fundamental decir que lo que están haciendo con estos rituales es para equilibrar o armonizar la tierra, porque está en desequilibrio y eso lo vemos con la violencia y ahora con la pandemia covid-19. Ellos ven ahora la situación como una ruptura de los ciclos de la vida, por eso tienen un poder sanador que se manifiesta en lo físico y tienen efectos reales sobre la vida de ellos”, explica Preciado.
La antropóloga agrega que
sus actos ceremoniales los están resignificando y además de ser una práctica para curar la tierra y armonizar las energías que no están vibrando en consonancia con ella misma, se convirtieron en una vía de protesta y visibilización.
“Todas las prácticas rituales que van desde el uso de las plantas sagradas como el yagé, el ambil o el tabaco, así como las danzas alrededor del fuego, los círculos de palabra donde se reavivan los cuentos, mitos
y se transfieren saberes, y los pagamentos, sirven para reconectarse con la vida, equilibrar las energía y generar lazos de confianza, unión y fortalecimiento de la identidad y el tejido social”, concluye la antropóloga Preciado.
Para las comunidades indígenas, la armonización con la tierra les permite sanar las afectaciones que en los últimos días los han llevado a perder vidas y hoy, en el cerro El Volador, quieren cerrar esa herida