“Inequidad en colegios públicos se agravará por la crisis”: Peláez
Según la secretaria de Educación de Antioquia, el plan es volver a las aulas en enero de 2021.
Los saldos rojos del sistema educativo oficial en Antioquia se hicieron más evidentes con la pandemia. El panorama de estudio en casa no es fácil, con el 75% de los estudiantes sin computador , como tampoco lo es el regreso a las aulas, dado que 544 sedes escolares ni siquiera tienen agua potable.
Con todas estas dificultades, Alexandra Peláez Botero, secretaria de Educación, enfatiza que para ella es una prioridad la presencialidad, sobre todo por la salud mental de los niños y jóvenes.
EL COLOMBIANO dialogó con Peláez sobre lo que viene para las instituciones educativas. Algunas volverán con modelos de alternancia.
¿Qué viene para los colegios en medio de este año escolar tan irregular?
“Para Antioquia la presencialidad es una necesidad. Nos encantaría volver en el modelo de alternancia, porque nos ha pasado en este tiempo que muchos de nuestros niños tienen sus derechos vulnerados. Hemos tenido casos de abuso, desnutrición, y creemos que las escuelas son, efectivamente, unos territorios seguros para los niños.
Sin embargo, tomamos la decisión de priorizar la educación en casa, porque el Ministerio de Educación le indicó a los entes territoriales que los maestros que son mayores de 60 años con preexistencias deben permanecer con trabajo en casa. Para el caso de Antioquia, son 4.400 maestros que la IPS nos certifican con preexistencias, de una nómina de 19.400.
El Ministerio también mencionó que necesitábamos manejo de agua potable, saneamiento básico y residuos. Hoy nos encontramos
con que 544 sedes no tienen agua potable, el 13% de las sedes en el departamento. Eso afecta a 37.920 estudiantes. El transporte intermunicipal no está habilitado. Así que, por esos tres factores, priorizamos el estudio en casa. Eso no significa que no vayamos a volver durante el segundo semestre de 2020. Vamos a hacer pilotos con algunas instituciones, inicialmente con los grados décimo y once”.
¿Cómo va ese modelo de atención virtual?
“Durante la pandemia activamos la radioeducación y teleducación, entregamos dotación de guías. Reorganizamos el portal de la Secretaría de Educación para que los docentes puedan sacar talleres
para hacer con los niños.
En Antioquia no se puede hablar de educación virtual, porque la conectividad a internet no es suficiente. En Antioquia lo que opera es que los docentes construyen el taller y lo envían físicamente a las familias o lo envían por el Whatsapp. O, incluso, lo dejan en la papelería del pueblo para que lo puedan recoger. Así, de lo que hablamos es de un modelo no presencial, asistido por el docente.
Frente a esta situación, creemos que el resto del año nos vamos a quedar en muchas sedes con educación en casa, pero abriendo pilotos para el regreso con las instituciones
que estén de acuerdo. Nos interesa que los niños estén en el entorno protector que es el colegio. Esperamos que en enero de 2021 regresemos a una presencialidad total”.
Siempre ha hablado de trayectorias completas por el ciclo educativo. ¿Le preocupa que, además del aumento de casos de abuso, se incremente la deserción?
“Hay varias cosas que nos consultan mucho. Entre ellas, cuántos niños hay desescolarizados. Técnicamente está desescolarizado todo el país. No podemos hablar de deserción, porque desertar es que el niño no vuelve a la escuela. Hoy nosotros sí sabemos que han permanecido en el sistema, con una modalidad de atención en casa, el 72% de nuestra matrícula. Hemos visto en este tiempo cómo algunas familias que tenían sus niños en el sector privado han ido migrando al oficial por la crisis”.
¿Qué ocurre con el porcentaje restante?
“No tenemos información. Te pongo un ejemplo: hay municipios en los que no hay conexión a internet ni luz. No tenemos esa comunicación ni con la encuesta, ni con la llamada o el correo electrónico”.
¿Qué preocupaciones les han manifestado las familias frente a la evaluación?
“Nos preguntan si los niños van a perder el año. Hemos reiterado en que esto es una flexibilización curricular absoluta. Creería que, en términos generales, no van a perder el año. Habrá niños que, por la pandemia, no pudieron conectarse con los docentes, no los acompañaron sus padres, y finalmente, esos estudiantes sí van a perder el año. Pero para nosotros lo más importante, es la garantía de derechos de los niños. Nos inquieta que no desarrollen completamente sus competencias. Con seguridad el año entrante tendremos que hacer nivelaciones de todos los contenidos. Será un trabajo arduo en vista de que los padres de familia no saben acompañar a sus hijos desde lo pedagógico.
Muchos de los padres son analfabetas, no han terminado ni siquiera la primaria. Esta pandemia profundizará las inequidades, porque los niños de los colegios privados están teniendo educación virtual, con todos los recursos, mientras los estudiantes del sector oficial ni siquiera tienen la conexión necesaria”