Escuchar música y audios es una buena compañía
Oír pódcast, audiolibros y prender la radio y el televisor (sin escucharla o verlo) son opciones para el ocio.
Cuando se anunció, a comienzos de mayo, que el primer libro de Harry Potter iba a ser leído por actores y personalidades, los fanáticos (y los no tan fanáticos) de la saga, agrupados en la cuenta de Twitter @wizardingworld mostraron su emoción. Cerca de 2 millones y medio de visualizaciones tiene el video promocional de estas lecturas, 1.500 comentarios, 37.200 retuits y 73.200 me gusta.
El alboroto era por escuchar, en la voz de Daniel Radcliffe (el protagonista de la saga), Eddie Redmayne y Whoopi Goldberg, cada capítulo del texto que cumplió 23 años de haber salido al mercado.
Ver y oír esa lectura de otros es un plan que ha hecho parte de esta cuarentena. “El teletrabajo y el confinamiento nos liberaron de un tiempo que antes ocupábamos en el transporte en los trayectos al trabajo o la universidad. Es una estrategia para hacer un uso creativo del tiempo libre y acceder a los contenidos y las formas contemporáneas en que los productos culturales son difundidos, como los pódcast y audiolibros”, cuenta el psicólogo Jonny Orejuela Gómez, decano de psicología de la Universidad Eafit.
Oír otra voz, distinta a la nuestra o a la de quienes nos rodean en casa, se ha vuelto una opción, confirma el psicólogo. “Escuchar otras voces es una forma de combatir la soledad que ofrece el confinamiento”.
Audiolibros como compañía
Valeria Mejía, responsable de cultura de Comfama, cuenta que con este forma
to de lectura se han dado varios momentos. El primero es el de “la gente que con poco tiempo para leer empezó a usarlo mientras se desplazaba de un lugar a otro, y uno más es el de ahora, en este confinamiento”.
Mejía explica que hoy la gente lee de otras maneras, “y escuchar es otra de ellas”.
En medio de la cuarentena, y en la alianza entre Comfama y la app Storytel, se han adquirido 1.320 mensualidades, “ese es un comportamiento relativamente alto porque es un producto que la gente no tiene en su canasta habitual de consumo”, cuenta Mejía, quien detalla que lo que más se escucha en los audiolibros en Colombia es autoayuda, best seller y temas de negocios.
Sonidos contra la soledad
Mejía precisa que esta cultura latinoamericana es ruidosa, “en el buen y mal sentido de la palabra, y en la que la narrativa oral sigue muy cercana.
Escuchar audiolibros, pódcast, oír radio y tener el televisor prendido es compañía, por supuesto, uno está ahí con el eco y el pensamiento de otros acompañándolo todo el tiempo. Creo profundamente que los sonidos, la música y la palabra le ayudan a uno a entender que a veces no está tan solo”.
El psicólogo Orejuela detalla que cuando se deja el radio y el televisor prendido y ni atención le prestamos, “estamos queriendo que otro nos atestigüe con su voz, nos hacen sentir que existe que no estamos solos, además, ese audio, casi que dirigido a mí, me hace sentir importante”.
Si no ha aprovechado en esta cuarentena escuchar pódcast o audiolibros, por ejemplo, aún tiene tiempo para ensayarlos. Puede empezar por los más escuchados de Spotify Colombia, que encabeza el de Diana Uribe y sus explicaciones históricas. El sonido es una manera de entretenerse: cierre los ojos y déjese llevar por las ondas sonoras