María Isabel Urrutia festeja los 20 años del primer oro olímpico.
Siempre, cuando se le pregunta por el tema del dopaje, Nairo Quintana, considerado el mejor ciclista en la historia de Colombia, se ha mostrado tranquilo y como ejemplo a seguir para que otros no tomen ese camino.
“Somos más los buenos y seguimos en la lucha, trabajando para que un pueblo se sienta orgulloso de nosotros, y aunque quedemos segundos o terceros, podamos levantar la cara y decir: ‘lo que he hecho, ha sido con el esfuerzo de mi frente y honestidad’”, dijo el
boyacense hace algunos meses en rueda de prensa.
Por eso, la noticia ayer de que la Fiscalía francesa detuvo a dos personas por sospechas de dopaje y que hacen parte del Arkéa-Samsic, en el que milita Nairo, su hermano Dáyer y compatriota Winner
Anacona, cayó como un balde de agua fría.
El diario “Le Parisien” precisó que se trata de uno de los dos médicos de ese equipo galo y del fisioterapeuta español de Nairo, este, quien junto a Dayer, fueron interrogados.
La investigación se abrió por “administración y prescripción a un deportista de sustancias o métodos prohibidos, sin justificación médica”, e igualmente por “transporte de productos prohibidos” durante el Tour de Francia.
Para el entrenador nacional Luis Fernando Saldarriaga, quien ayudó en la formación de Nairo, lo sucedido, sin duda, afecta al corredor.
“Perjudica su imagen, la gente no va a pensar en su entorno. Pero en este momento nadie puede entrar a juzgar, ya que se está en una investigación para determinar qué fue lo que encontraron y a quiénes. Se debe ser muy cautelesos y esperar en qué termina todo”, dijo Saldarriaga