“Solo quiero contar una buena historia”
¿Ha trabajado mucho el empoderamiento femenino en sus trabajos (Fleabag, Killing Eve). Cómo fue trabajarlo en una época en las mujeres no lo tenían?
”Es una película que trae la rebelión. Una niña que quiere encontrar su propia vida y no casarse y encontrar a su madre. Es una historia feminista, pero no una que se basa en la política, realmente se basa en el conflicto. La energía de la película te muestra las razones”.
Enola habla al público desde el principio, ¿fue siempre la idea inicial?
“Fue la idea inicial del guion. Jack, el guionista, estaba tratando de encontrar una manera de entrar en la cabeza de una persona solitaria y miró Fleabag y pensó que tal vez podría traerlo a este mundo, como se ha hecho en muchas películas. Cuando leí el guion me encantó la forma en que nos metió en la historia. Yo en vez de pensar en Fleabag pensé en Amelie, la película francesa”.
¿Qué tan cerca está la película de ese primer libro de Enola Holmes?
“La cinta se toma algunas libertades con el libro. Toma algunas de las ideas y las expande, como la historia de la directora y del internado que apenas se mencionan. En los libros, la gente encontrará que la madre tiene un plan diferente al de la película, pero sigue siendo el mismo tipo de espíritu”.
Esta película puede resultar interesante para los jóvenes y adultos. ¿Cómo fue el desafío de hacer algo para un público de diferentes edades?
“Solo quiero contar una buena historia. Sentí que al hacerla debía ser esa que me gustaría disfrutar. Nunca la hice deliberadamente joven, y creo que ese es uno de los secretos. Simplemente cuente una gran historia, suponga que su audiencia es inteligente, hay que quedarse con las sorpresas y hacerlas funcionar. Millie, que tenía 15 años cuando la filmó, le dio a la película automáticamente un sesgo joven. Pero creo que la historia es bastante adulta, porque mientras los jóvenes pueden disfrutar de la energía y la aventura, hay otra historia de derechos humanos, una historia de amor y algo de acción. Se unen muchos de esos ingredientes, y el desafío fue hacerlos encajar, pero todo parte de la misma historia”.